Es tan aterrador que los jugadores deben practicar primero con la versión de la consola antes de sumergirse en la realidad virtual. La experiencia de PlayStation VR ha sido descrita por muchos como: “tortura de la vida real”.
Lo sorprendente es que la perspectiva tradicional del modo de juego en tercera persona ha sido desechados a favor de una experiencia en primera persona, dentro de una casa que de sólo ver las imágenes, dan escalofríos.
Con su reciente lanzamiento, Resident Evil 7 se ha convertido en uno de los primeros juegos en realidad virtual, pero esto será posible siempre y cuando el jugador cuente con un Play Station VR.
Con su nueva perspectiva en primera persona, visuales absolutamente increíblemente detalladas y un renovado enfoque en el horror directo, RE7 es el más escalofriante de toda la saga de juegos.
Existen una y mil razones para jugar RE7 en Realidad Virtual, más aún cuando cuentas con un sistema de sonido envolvente.Caminando por el espeluznante hogar de Baker, es imposible no tener escalofríos con los pequeños detalles; cucarachas corriendo a través de las paredes, sangre seca endurecida en una bañera. Tendrás que asegurarte de estar lo más relajado posible, si es que no quieres terminar llorando en el suelo y pedir los abrazos de tus padres.
RE7 en RV no sobresale en un área en particular, pero de que asusta, ¡ASUSTA!, ya que es un juego donde las cosas aparecen a tu lado de manera repentina, desde monstruos viscosos que se elevan desde el suelo hasta seres humanos asesinos rompiendo paredes y queriendo asesinarte.
Esas escenas tienen mucho más impacto en la realidad virtual. Tal vez demasiado, de hecho.
Uno de los problemas registrados por usuarios, es que se ha mencionado que el juego marea si se utiliza por mucho tiempo, por lo que se recomienda utilizar la versión normal principalmente, al menos hasta que te acostumbres a los movimientos un poco exagerados de la modalidad virtual.
En el siguiente video, puedes ver los efectos que ha causado en las personas, no será suficiente con ser todo un macho, hasta el más valiente pega un grito: