Una vez que generan ese lazo contigo, son realmente cariñosos y fieles. De hecho, muchos de ellos se vuelven muy territoriales tratando de echar a quienes se traten de acercar a ti.
A veces pueden ser un tanto exigentes, ya que suelen odiar estar encerrados en jaulas y les encanta salir de paseo y volar alrededor de nuestras casas. A algunas personas no les gustan por lo ruidosos que pueden llegar a ser, dando chillidos que pueden molestar a los vecinos si vives en un edificio.
Pero aunque tener un loro pueda ser algo repleto de desafíos, te garantizamos también grandes y divertidos momentos que siempre te alegrarán el día.
Este loro en concreto, parece que se lo está pasando en grande, atravesando la habitación de su casa. Lo que sale por su boca… es realmente gracioso.
¿No te recuerda a ese profesor del colegio cuando ponía un examen sorpresa que sabía que nadie iba a aprobar?