En el Instituto de Estudios de Mamíferos Marinos (Misisipi) los investigadores enseñaron a los delfines a cambiar cualquier tipo de basura que cayera en su tanque por comida. Así, los animales ayudarían a mantener limpio su habitat en cautiverio. Kelly, una de las delfines empezó a usar este sistema para su propio beneficio. Entendió que sin importar el tamaño de la basura o papel que trajera, recibiría el mismo premio, entonces empezó a esconder papeles bajo unas rocas y a arrancar pequeños pedazos para recibir peces cada vez.
Kelly no se conformó con eso. Un día atrapó una gaviota que había entrado volando al tanque y por ello recibió muchos peces, porque la gaviota era grande. Entonces, la inteligente delfin dejó de comerse todos los peces con los que la alimentaban para dejar reservas y con ellas atrapar nuevas gaviotas. Por si fuera poco, Kelly les transmitió la idea a los demás deflines, que empezaron a cazar aves, ellos también.
Fuente: The Guardian
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