La mujer se volcó a su familia y su hermano Peter le hizo una sugerencia: le dijo que debía lanzarse en paracaídas antes de perder la visión por completo.
Apensa saltó, Josie se arrepintió.
“Pensaba que era lo más terrible que había hecho en mi vida, que mis hijos verían mi muerte. Traté de darles una señal de que los amaba”.
-Josie Paille-…
En esos intentos miró al camarógrafo que la seguía e hizo el gesto de “3” con sus manos. Quería indicar que amaba a sus dos hijos y a su nieto”.
Estaba en eso cuando sintió un extraño estallido seguido de profundo dolor en su ojo. Sintió al instructor tocarle la cadera para que activara su paracaídas, y luego sintió que el dolor cedía.
La mujer cuenta que pasó el día completo cubriendo su ojo izquierdo y el derecho continuamente para notar los cambios. Cuando llamó a su hermano éste le recomendó que fuera al oculista.
Luego de examinara, el doctor le dijo que el bloqueo que había afectado a su ojo se había disuelto y que seguramente fue provocado por el cambio de presión.
Claro que para Josie fue un milagro poder volver a ver bien por ambos ojos y no tener que preocuparse una vez más de cómo valérselas por sí sola.