¿Qué es la claustrofobia y cómo se trata?

Es la fobia más frecuente, alcanzando hasta un 20 por ciento de la población.

“Aún en tierra, la sensación que provocaba era de angustia por el encierro. En un submarino no hay renovación del aire, se convive con todos los olores de los compañeros de la tripulación (el cocinero es un eje clave para controlar la salud digestiva de la gente a bordo), no hay intimidad alguna. No existe la soledad. O la posibilidad de tener un ataque de claustrofobia. Es un constante transcurrir cotidiano en un lugar comprimido, con luces mortecinas, en un vehículo que anda junto a las ballenas sin poder verlas. No existen submarinos con ventanas. Al menos no los que tienen fines militares, como este”.

La descripción es de la periodista Mariana Aizen, quien tuvo la oportunidad de estar dentro del submarino ARA San Juan cuando éste se encontraba siendo reparado en el astillero de Tandanor, en la Isla Demarchi, Argentina

Está claro que tripular submarinos no es para cualquiera. Según explica el Dr. Gustavo Bustamante, Presidente de la Fundación Club Fobia,

“la claustrofobia es la fobia más frecuente. La sufre casi el 20 por ciento de la población; a quienes cosas tan comunes como un ascensor hermético o viajar en subte pueden desencadenar un ataque de ansiedad”.

Entre el 70 y el 80 por ciento de los pacientes se recupera totalmente

Las personas que sufren claustrofobia se caracterizan por sentir un miedo intenso irracional a situaciones que se relacionan con espacios cerrados: habitaciones pequeñas, cerradas o sin ventanas, sótanos, túneles, ascensores, el subte, etc. En general, estas personas experimentan temor en cualquier situación que implique cierre, restricción o confinamiento.

Bustamante detalla que la claustrofobia es una fobia específica, es decir, un miedo intenso y específico a situaciones y objetos concretos. Cuando la persona se enfrenta a ese objeto o situación experimenta ansiedad intensa de forma inmediata. Además, tiende a evitar la situación fóbica, aunque reconoce que el miedo es excesivo o irracional. Y que se divide en tres niveles: leves, moderados y graves.

Cómo se trata

“Con un tratamiento cognitivo-comportamental entre el 70 y el 80 por ciento de los pacientes se recupera”, cuenta Bustamante, que añade que el tratamiento se divide en tres etapas, luego de establecer un diagnóstico: La psicoeducación; la Información adaptada racional; y finalmente se trabaja con exposición. Es decir, que se afrontan las situaciones que provocan ansiedad y se trabaja en la tolerancia al estímulo.

Logran potenciar la memoria con un implante cerebral

Por primera vez, un grupo de científicos logró potenciar la memoria humana mediante el uso de un implante cerebral. Se trata del primer dispositivo en ser eficaz en mejorar la memoria del hombre. Este hallazgo podría tener importantes implicaciones para el tratamiento de enfermedades como el alzheimer o la demencia.

El dispositivo mejoró la memoria a corto plazo en aproximadamente un 15%, y la memoria de trabajo en un 25%​

El dispositivo fue diseñado por el investigador Dong Song, profesor de ingeniería biomédica en la Universidad de California, en Estados Unidos. Song y su equipo presentaron su hallazgo, denominado como “prótesis de memoria”, durante la reciente reunión de la Society for Neuroscience en Washington.

Para probar el dispositivo, el equipo reclutó a 20 voluntarios que tenían una serie de electrodos cerebrales implantados para el tratamiento de la epilepsia. Una vez implantado, el dispositivo podría recopilar datos sobre la actividad cerebral durante las pruebas diseñadas para estimular la memoria a corto plazo o la memoria de trabajo.

Posteriormente, los investigadores determinaron el patrón asociado con el rendimiento óptimo de la memoria y utilizaron los electrodos del dispositivo para estimular el cerebro siguiendo ese patrón durante las pruebas posteriores. Por ejemplo, el equipo usó el dispositivo para recopilar datos sobre patrones de actividad en el cerebro cuando las personas estaban aprendiendo. Cada voluntario realizó una prueba de memoria, en la que tuvieron que recordar qué formas se les habían mostrado entre 5 y 10 segundos antes.

Según los científicos, dicha estimulación mejoró la memoria a corto plazo en aproximadamente un 15%, y la memoria de trabajo en un 25%. Es más, cuando los investigadores estimularon el cerebro al azar, el rendimiento empeoró.

Estamos escribiendo el código neural para mejorar la función de la memoria. Esto nunca se ha hecho antes, es histórico”, explica Song y agrega que “el dispositivo proporciona pequeñas descargas eléctricas al hipocampo, una región del cerebro vital para el aprendizaje y la memoria. Al liberar ráfagas de electricidad en un patrón que imita los patrones normales y saludables de la actividad cerebral, se espera que el dispositivo ayude con trastornos que involucran problemas de memoria, como la demencia o la enfermedad del Alzheimer, e incluso se adapten a otras áreas del cerebro para estimular otros tipos de funciones del mismo.