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Algunas razones importantes para estar solo un tiempo

En la vida le dedicamos tanto tiempo a estar con nuestros seres queridos y amigos, que casi no nos queda tiempo para nosotros mismos. Y de vez en cuando cada uno de nosotros necesita algún tiempo para estar a solas.

Hoy te damos 9 razones por las cuales de vez en cuando necesitamos apartarnos del mundo exterior.

  1. La soledad purifica nuestra mente. Durante el día recibimos mucha información de los medios de comunicación, amigos, compañeros o nuestros seres queridos. A veces no nos damos cuenta de cómo esta información empieza a impactar nuestra vida de manera negativa. Es por eso que en ocasiones es necesario reflexionar en silencio sin que nadie te estorbe para pensar.
  2. La creatividad también necesita paz y tranquilidad. Cuando estamos solos y no pensamos en nada en particular, nuestra imaginación se siente libre y es capaz de dar a luz unas ideas verdaderamente maravillosas.
  3. La soledad ayuda a fortalecer la confianza en lo que sea. Escuchar nuestra voz interior y analizar los pros y los contras basados en nuestra experiencia de la vida, es mucho más importante que la opinión de cualquier persona en el mundo.
  4. Nos volvemos más independientes. Cuando estamos a solas con nosotros mismos, podemos soñar y proponer metas basados en nuestros sueños, los cuales nos permiten desarrollarnos de manera independiente de las demás personas.
  5. La soledad agudiza la percepción. Al apartarnos de las emociones y preocupaciones del mundo exterior, es más fácil tomar las deciciones correctas o mirar el problema que nos consterna desde otro ángulo.
  6. Al pasar un poco de tiempo solo, se reduce el estrés y la ansiedad. Esto ayuda a organizar los pensamientos y restablecer las fuerzas después de un día tenso.
  7. La mejor manera de conocerse a sí mismo es hacer una pequeña pausa en la comunicación con las demás personas. Te ayudará a entender lo que es realmente importante para ti y dar prioridades.
  8. La mejor manera de aumentar la eficiencia es estar solo, para aclarar tus pensamientos, ordenar los sueños y hacer un plan de actividades. De esta manera con nuevas fuerzas podrás empezar a realizar tus objetivos.
  9. La soledad fortalece las relaciones. Lo creas o no, pero nuestros seres queridos no necesitan nuestra atención constante. Cuando tenemos tiempo para entendernos y valorarnos a nosotros mismos, somos más capaces de entender y valorar a los demás.

7 cosas que debes mantener en secreto

El investigador de culturas orientales Vyacheslav Ruzov en uno de sus artículos se refirió a la experiencia de los sabios de la India. Él razonó sobre lo que es el misterio y de lo que en realidad no hay que difundir en público.
  1. Lo primero que no es necesario difundir son tus planes para el futuro. Evita hablar de ellos hasta que estos no se cumplan. Ninguna de nuestras ocurrencias son ideales, es más, tienen una gran cantidad de debilidades, por lo cual es muy fácil golpearlas y destruirlas todas.
  2. En segundo lugar, no debes compartir el misterio de tu caridad. Un buen acto es algo extraordinario en este mundo, y justo por eso debes guardarlo como tu tesoro más valioso. No te alabes por tus buenas obras. Este tipo de actitud puede conducir rápidamente a la arrogancia, y esta no es la mejor característica que puedes tener. ¿De acuerdo?
  3. En tercer lugar, no hay que demostrarle a todo el mundo tu austeridad. No comentes de un lado a otro tus limitaciones en tu alimentación, sueño, relaciones sexuales, etc. La austeridad física trae beneficios, solo si está en armonía con tu parte emocional.
  4. En cuarto lugar, es necesario callar sobre tu valentía y heroísmo. Todos nosotros nos enfrentamos a diferentes tipos de pruebas cada día. Unos reciben pruebas externas y otros internas. Las pruebas externas se ven, y por ser vistas, la gente recibe recompensas, pero nadie se da cuenta de la superación de las pruebas internas, por eso por ellas no se recibe ninguna recompensa.
  5. En quinto lugar, no vale la pena divulgar tu conocimiento espiritual. Es solamente tuyo y no hay por qué compartirlo con nadie. Revélalo a otros solo en caso de que sea realmente necesario, no solo para ti, sino también para los demás.
  6. En sexto lugar, y en especial, lo que no debes compartir con otros son tus conflictos de hogar y vida familiar. Recuerda, mientras menos hables de los problemas de tu familia, más fuerte y estable será. Las discusiones son para deshacerte de la energía negativa que se ha acumulado en el proceso de diálogo. Mientras más hables de tus problemas más creerás en ellos.
  7. En séptimo lugar, de lo que no vale la pena hablar es de palabras feas que escuchaste de alguien durante tu jornada. Te puedes manchar las botas en la calle, como también puedes manchar tu conciencia. La persona que al llegar a casa cuenta todo lo tonto que ha escuchado por la calle, no se diferencia de la persona que llega a casa y no se quita los zapatos

Autor: Vlacheslav Ruzov

«PERSISTENCIA» Recuerda esta palabra, te ayudara por el resto de tu vida…


Nada en el mundo puede remplazar a la persistencia.
Ni siquiera el talento, ya que es muy común encontrar hombres fracasados pero con talento.
Ni siquiera la genialidad, ya que los genios no reconocidos abundan. Ni siquiera la educación, ya que el mundo está lleno de indeseables educados.
Solamente la persistencia y la determinación son omnipotentes para resolver los problemas.

Calvin Coolidge

¿Ya has pescado suficiente?

Hay una pequeña historia sobre un turista y un pescador:

El turista recorría el muelle tomando fotografías cuando vio a un pescador descansando placenteramente en su bote.

El turista se acercó al pescador y le preguntó por qué no estaba trabajando.

El pescador contestó que ya había pescado suficiente por ese día.

El turista le explicó entonces, que si él pescaba más peces podría venderlos, y utilizar luego ese dinero para comprar otro bote y contratar pescadores que pescaran para él.

Si se esforzaba mucho, en unos años tendría toda una flotilla de botes y una tripulación trabajando para él.

El pescador preguntó “¿y luego?“.

El turista le contestó, “pues no tendría que trabajar tanto y podría descansar durante el día“.

El pescador respondió:

Eso es lo que estoy haciendo ahora“.

Tú todavía estás creciendo…

En la selva vivían tres leones.

Un día el mono, el representante electo, convocó a todos los animales a una reunión para que entre todos se tomara una decisión.

Todos nosotros sabemos que el león es el Rey, pero hay una gran duda en la selva: existen tres leones y los tres son muy fuertes.

¿A cuál de ellos debemos rendir obediencia?. ¿Cuál de ellos deberá ser nuestro Rey?.

Los leones supieron de la reunión entre los animales y comentaron entre si: es verdad, la preocupación de los animales tiene mucho sentido. Una selva no puede tener tres reyes.

Luchar entre nosotros no queremos ya que somos amigos…

Necesitamos saber cual será el elegido, pero, ¿cómo descubrirlo?.

Otra vez los animales se reunieron y después de mucho deliberar, llegaron a una decisión y se la comunicaron a los tres leones:

Encontramos una solución muy simple para el problema, y decidimos que van a escalar la “Montaña Difícil”.

El que llegue primero a la cima será consagrado nuestro Rey.

La Montaña Difícil era la mas alta de toda la selva.

El desafío fue aceptado y todos los animales se reunieron para asistir a la gran escalada.

El primer león intentó escalar y no pudo llegar.

El segundo empezó con muchas ganas, pero también fue derrotado.

El tercer león tampoco lo pudo conseguir y bajó derrotado.

Los animales estaban impacientes y curiosos; si los tres leones fueron derrotados, ¿cómo elegirían un Rey?.

En este momento, un águila, grande en edad y en sabiduría, pidió la palabra:

¡Yo sé quien debe ser el rey!.

Todos los animales hicieron silencio y la miraron con gran expectativa.

¿Cómo?, preguntaron todos.

Es simple… dijo el águila.

Yo estaba volando bien cerca y cuando volvían derrotados en su escalada por la Montaña Difícil, escuché lo que cada uno le dijo a la Montaña.

El primer león dijo: – ¡Montaña, me has vencido!.

El segundo león dijo: – ¡Montaña, me has vencido!.

El tercer león dijo: – ¡Montaña, me has vencido, por ahora!, pero ya llegaste a tu tamaño final y yo todavía ¡yo aun estoy creciendo!.

La diferencia…, completó el águila, es que el tercer león tuvo una actitud de vencedor cuando sintió la derrota, pero no desistió; y quien piensa así, es porque es más grande que su problema.

Él es el rey de si mismo, está preparado para ser Rey de los demás.

Los animales aplaudieron con entusiasmo al tercer león que fue coronado como “El Rey de los animales”.

No tiene mucha importancia el tamaño de las dificultades o problemas que tengas.
Tus problemas, por lo menos la mayor parte de las veces, ya llegaron al nivel máximo, pero tú no.
Tú todavía estás creciendo y eres más grande que todos tus problemas juntos.
Todavía no llegaste al límite de tu potencial y de tu excelencia.
La Montaña de las Dificultades tiene un tamaño fijo,
¡Tú todavía estás creciendo!.

Aprender a decir no

En muchas ocasiones, no sabemos decir que no y sucumbimos ante una petición; es difícil negarse, porque si lo hacemos nos sentimos egoístas y tenemos miedo de que la otra persona se disguste, nos critique y nos dé de lado, pero a veces hay que saber decir no para ganar el respeto de uno mismo y de los que nos rodean.

Es importante entender que la capacidad de decir no está estrechamente relacionada con la autoestima, por lo que las personas que tienen una baja autoestima y poca confianza en sí mismos, se sienten nerviosos por los demás y tienden a aceptar las peticiones.

Tal vez sea debido a unos padres prepotentes, a la educación ofrecida basada en que se debe de ser obediente y servicial, `por lo que su autoestima puede haber llegado a depender de las cosas que haces para otras personas; es un círculo vicioso en el que las personas que te rodean esperan que siempre cumplas sus deseos.

Ser incapaz de decir que no puede hacer que te muestres estresado, irritable y sin energía, por lo cuales necesario que evalúes la situación dos veces antes de aceptar.

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CONSEJOS PARA DECIR NO

– Utiliza respuestas simples, de forma firme y directa; recuerda que no estás pidiendo permiso para decir que no. No inventes excusas y da tus razones para no aceptar.

– Pìensa en tu tiempo libre, y después de haberlo hecho, sé capaz de decir no con mayor confianza.

– No te comprometas si no puedes, sólo hazlo si estás de acuerdo con la petición, o te sientes capaz de hacerlo; puedes sugerir otras alternativas, pero en ningún caso te comprometas, si no puedes.

– Recuerda siempre que la negativa es independiente del rechazo; si rechazas la petición, no quiere decir que lo hagas con una persona. Hay tanto derecho a decir no, como a pedir el favor.

– No te sientas culpable por decir no a tus hijos, porque ellos deben de oír esa respuesta de vez en cuando para que desarrollen un sentido de auto control y se puedan establecer límites.

– Sé fiel a ti mismo sobre lo que realmente quieres.

Ten en cuenta que la expresión de tus propios deseos requiere un primer lugar; si tratas de complacer siempre a todo el mundo, dejas una puerta abierta a que las personas se aprovechen de ti, aunque a veces deberás de hacer ciertas concesiones y aceptar, no pasa nada por eso.

No es No

“No” es “No”,
y hay una forma de decirlo:
No.

Sin admiración,
ni interrogantes,
ni puntos suspensivos.

“No”
se dice de una sola manera.
Es corto, rápido,
monocorde,
sobrio y escueto.

No.
Se dice de una sola vez.

No.
Con la misma entonación.

No.
Como un disco rayado.

No.
Un “No” que necesita
de una larga caminata o
una reflexión en el jardín,
no es “No”.

Un “No” que necesita
justificaciones y explicaciones,
no es “No”.

“No”
tiene la brevedad de un segundo.

Es un “No” para el otro,
porque ya lo fue para uno mismo.

“No” no deja puertas abiertas,
ni entrampa con esperanzas,
ni puede dejar de ser “No”,
aunque el otro y el mundo
se pongan de cabeza.

“No” es el último acto de dignidad.

“No” es el fin de un libro sin más
capítulos ni segundas partes.

“No”
no se dice por carta,
ni se dice con silencios,
ni en voz baja,
ni gritando,
ni con la cabeza gacha,
ni mirando hacia otro lado,
ni con símbolos devueltos,
ni con pena y mucho menos
con satisfacción.

“No” es “No” porque no.

Cuando el “No” es “No”,
se puede mirar a los ojos, y el “No”
se descolgará naturalmente de
los labios.

La voz del “No” no es trémula,
ni vacilante,
ni agresiva, y no deja
duda alguna.

Ese “No” no es
una negación del pasado:
es una corrección al futuro.
 

Y solo quien sabe decir “No”
puede decir “Si”.

Hugo Filkenstein

Todo lo que damos a los que nos rodean regresa a nosotros…

Su nombre era Fleming y el era un pobre agricultor ingles.
Un día, mientras trataba de ganarse la vida para su familia, escuchó a alguien pidiendo ayuda desde un pantano cercano. Inmediatamente soltó sus herramientas y corrió hacia el pantano. Allí, enterrado hasta la cintura en el lodo negro, estaba un niño aterrorizado, gritando y luchando tratando de liberarse del lodo. El agricultor Fleming salvó al niño de lo que pudo ser una muerte lenta y terrible.

Al día siguiente, un carruaje muy pomposo llegó hasta los predios del agricultor. Un noble inglés, elegantemente vestido, bajó del vehículo y se presentó a sí mismo como el padre del niño que Fleming había salvado.

«Yo quiero recompensarlo», dijo el noble inglés. «Usted salvó la vida de mi hijo».
– «No, yo no puedo aceptar una recompensa por lo que hice», respondió el agricultor inglés, rechazando la oferta. En ese momento el propio hijo del agricultor salió a la puerta de la casa de la familia.
– «¿Es ése su hijo?», preguntó el noble inglés.
– «Sí», respondió el agricultor lleno de orgullo.
– «Le voy a proponer un trato, déjeme llevarme a su hijo y ofrecerle una buena educación… si él es parecido a su padre, crecerá hasta convertirse en un hombre del cual usted estará muy orgulloso».
El agricultor aceptó.
Con el paso del tiempo, el hijo de Fleming se graduó de la Escuela de Medicina de St. Mary»s Hospital en Londres, y se convirtió en un personaje conocido a través del mundo:

el notorio Sir Alexander Fleming, descubridor de la Penicilina.

Algunos años después, el hijo del noble inglés enfermó de pulmonía.

¿Qué lo salvó?: La Penicilina.

¿El nombre del noble inglés?: Randolph Churchill.
¿El nombre de su hijo?: Sir Winston Churchill.

10 decisiones de las cuales te arrepentirás en 10 años

No caigas en la trampa de mantener una mentalidad débil y vivir tu vida sin pasión, propósito o dedicación.

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1. Usar una máscara para impresionar a los demás.

Si la cara que siempre muestras al mundo es una máscara, algún día no habrá nada debajo de ella. Porque, cuando pasas mucho tiempo concentrándote en la percepción que los demás tienen de ti o que todo el mundo quiere que seas, en algún momento olvidarás quién eres en realidad. Así que no temas a los juicios de los demás, tú sabes en tu corazón quién eres y lo que es verdad para ti. No tienes que ser perfecto para impresionar e inspirar a la gente. Impresiónalos e inspíralos por tu forma de lidiar con tus imperfecciones.
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2. Permitir que otra persona decida tus sueños.

El mayor reto en la vida es descubrir quién eres; el segundo más grande es ser feliz con lo que encuentres. Una gran parte de esto es tu decisión de permanecer fiel a tus propias metas y sueños. ¿Hay personas que no están de acuerdo contigo? Bien. Significa que estás arraigado y caminas por tu propio camino. A veces, vas a hacer cosas consideradas una locura por los demás, pero cuando te encuentres perdiendo la noción del tiempo porque estás entusiasmado, es cuando sabrás que está haciendo lo correcto.
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3. Mantener compañías negativas.

No dejes que alguien que tiene una mala actitud te afecte. No pueden apretar el gatillo si no les entregas el arma. Al recordar que mantener compañía de gente negativa es una opción, en lugar de una obligación, te liberas y pasas a tener la compañía de la compasión en vez de la ira, la generosidad en lugar de la codicia y la paciencia en lugar de la ansiedad.
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4. Ser egoísta y egocéntrico.

Una vida llena de actos de amor y buen carácter es el mejor recuerdo. Aquellos a los que has inspirado y con quienes compartiste tu amor, te recordarán cómo los hiciste sentir hasta mucho después de que ya no existas. Así que talla tu nombre en los corazones y no en la piedra. Lo que has hecho por ti muere contigo, lo que has hecho por otros y el mundo, permanece.
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5. Evitar el cambio y el crecimiento.

Si quieres conocer tu pasado, mira tus condiciones actuales. Si quieres conocer tu futuro, mira tus acciones actuales. Debes dejar de lado lo viejo para dar paso a lo nuevo, la vieja manera se ha ido para nunca más volver. Si reconoces esto ahora mismo y tomas medidas para hacerle frente, te posicionarás para el éxito duradero.
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6. Renunciar cuando las cosas se ponen difíciles.

No hay fracasos, sólo resultados. Incluso si las cosas no se desarrollan de la manera que esperabas, no te desanimes ni te rindas. Aprende lo que puedas y sigue adelante. El que sigue avanzando un paso a la vez va a ganar al final. Es un proceso que se produce con pequeños pasos, decisiones y acciones que poco a poco se acumulan unas sobre otras y, finalmente, conducen a ese glorioso momento de triunfo.
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7. Tratar de controlar cada pequeña cosa.

La vida debería ser tocada, no estrangulada. A veces, tienes que relajarte y dejar que la vida pase sin preocupaciones incesantes. Aprende a dejar ir antes de apretar demasiado. Respira profundo. Cuando el polvo se asiente y puedas volver a ver el bosque, da el siguiente paso hacia adelante. No tienes que saber exactamente adónde vas. Todo en la vida está en perfecto orden, tanto si lo entiendes como si no. Solo se necesita un poco de tiempo para conectar todos los puntos.
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8. Conformarte con menos de lo que mereces.

Sé lo suficientemente fuerte como para dejar ir y lo suficientemente sabio como para esperar lo que te mereces. A veces, tienes que ser derribado más bajo que nunca para levantarte más alto de lo que jamás estuviste. A veces, tus ojos deben ser lavados por las lágrimas para que puedas ver las posibilidades en frente con una visión más clara. No te conformes.
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9. Esperar hasta mañana.

El problema es que siempre piensas que tienes más tiempo de lo que tienes. Pero un día te despertarás y no habrá más tiempo para trabajar en las cosas que siempre has querido hacer. Y en ese momento, o habrás alcanzado los objetivos que has establecido para ti mismo, o tendrás una lista de excusas de porqué no lo has hecho.
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10. Ser perezoso y endeble.

El mundo no te debe nada, tú le debes algo al mundo. Así que deja de soñar despierto y empieza a hacer. Toma toda la responsabilidad de tu vida, toma el mando. Eres importante y te necesitan. Es demasiado tarde para sentarte y esperar a que alguien haga algo algún día. Algún día es hoy, el alguien que necesita el mundo eres TÚ.
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Si has perdido la esperanza, deja de lado lo negativo y toma papel y lápiz

En la vida, a veces suceden momentos en que todo se te escapa de las manos, llegando a tu mente sólo pensamientos destructivos. Para esos momentos, los escritores Esther and Jerry Hicks, proponen un método denominado la «Rueda de la atención».

  • En primer lugar, dibuja en un papel un círculo grande, en su centro otro círculo pequeño (de unos 5 cm de diámetro). Posteriormente, siéntate, relájate en tu silla y mira fijamente ese pequeño círculo. Siente que tus ojos se centran en él.
  • Ahora, por un momento, cierra los ojos y presta atención directa a los acontecimientos que han despertado en ti esas fuertes emociones negativas. De forma clara, define aquello que, exactamente, para ti, ya no quieres.
  • Después, piensa en lo siguiente: «Yo sé exactamente qué no quiero… ¿Qué es lo que de verdad quiero?»
  • Define claramente aquello que quieres. Es mejor que, mientras tanto, te intentes guiar por aquello que quieres sentir y que está intrínsecamente relacionado con esta situación. En pocas palabras, expresa tu deseo y apúntalo en ese pequeño círculo, el que ahora ya conocemos como centro de la rueda.
  • Todo aquello que rodea al centro de la rueda bien te sirve para escribir aquellos pensamientos próximos a lograr ese objetivo concreto, el resultado de tus logros, todo aquello que puede levantar tu estado de ánimo. Imagina que el círculo grande es un gran reloj de pequeñas sensaciones positivas. Siguiendo el sentido de las agujas del reloj, escribe el primer pensamiento a las 12 en punto, el siguiente a la una, luego a las 2 y así sucesivamente, hasta alcanzar un total de 12 propuestas, todas ellas derivadas de emociones positivas.

Por ejemplo, si realmente quieres perder peso, escríbelo en el centro de la rueda pequeña. A su alrededor, escribe tus motivaciones, cuando escribas la última, sentirás todas las posibilidades reales que te permiten alcanzar buenos resultados.

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El método de la «Rueda de la atención» es eficaz, en primer lugar, porque las frases que apuntas las has elegido tú conscientemente, de forma deliberada. Son las creencias que siempre considerabas ciertas y coinciden con tus deseos.

Por lo tanto, todo se centra en lograr el objetivo proyectado en el centro de la rueda. Una buena propuesta para alcanzar la evidencia de que las realizaciones de tus deseos son ciertas, posibles y reales. Tú puedes lograr todo lo que quieras, para luchar por ello sólo tienes que empezar.