La fotografía, como arte, busca capturar momentos y lugares únicos vistos a través del ojo de un fotógrafo. Captar las ondas lumínicas y, de alguna manera, lograr hacerte sentir presente en la escena que tienes frente a ti. Pero ¿qué pasaría si el fotógrafo, o más bien la cámara, sufriera de daltonismo? El efecto se puede lograr gracias a la fotografía infrarroja y es increíblemente cautivador.
Este tipo de fotografía trabaja con espectros lumínicos entre 700 y 1200 nanómetros, que es una frecuencia imperceptible para el ojo humano común y corriente, pero que se asemeja a lo que perciben las personas daltónicas. Es gracias a esta capacidad –porque no creemos que sea un defecto– que podemos ver árboles que no son verdes y un cielo que no es azul.El fotógrafo polaco Przemysław Kruk es uno de los que se ha animado a experimentar con esta corriente artística.
Al captar otras ondas lumínicas, el color verde original se ve blanco.
Si las condiciones son óptimas, el efecto se puede llegar a ver así de increíble. Por eso Kruk siempre lleva su cámara preparada.
Los campos polacos se ven como si estuvieran nevados gracias al efecto.
INCREÍBLE ¿no?
Andy Lee nació en la ciudad de Cwmbran, en Gales, pero recorre todo el mundo junto a sus cámaras.
Ésta es la Laguna Grey, ubicada al sur de Chile.
Además de ver sus fotos en su sitio web, puedes seguirlo en Instagram.
Si pensaste que la clave de un perfume original y uno falso estaba sólo en su aroma, estás equivocado. Como ya viste, el envase es de suma importancia y el celofán, como parte de este empaque, también lo es. Un buen envoltorio tiene su propio cuerpo y pliegues per-fec-tos que se adhieren con precisión al cartón.
Un buen consejo es usar tu teléfono para leer el código de barras y revisar que coincida con el lugar de producción, aunque no es lo único que debes mirar con detención.
