Los dispositivos electrónicos hacen nuestra vida mucho más fácil y sencilla. Siempre estamos en contacto con nuestros seres queridos, podemos compartir fotografías y nuestras emociones. Nos ayudan a desarrollarnos y a aprender cosas nuevas. Pero, lastimosamente, no siempre el uso de estos dispositivos es sensato. Y más cuando se trata de los niños que tienen un acceso ilimitado a sus teléfonos inteligentes o tabletas.
De acuerdo a la investigación llevada a cabo por Kaiser Foundation, te traemos algunos motivos para enseñarle a tu niño a usar los dispositivos electrónicos con moderación.
1. A temprana edad los niños empiezan a formar relaciones con otras personas.
A los 2 años de edad el cerebro del niño aumenta su tamaño tres veces. La voz de sus padres, sus caricias, jugar juntos, todo esto le ayuda a crear conexiones emocionales con otras personas de manera normal. Pero los niños que desde edad temprana tienen acceso a los dispositivos electrónicos y ven caricaturas todo el tiempo, crecen un poco diferentes. Su sistema nervioso se desarrolla de forma inadecuada, lo cual afecta la concentración del pequeño y la manera como percibe el mundo.
2. Sin tableta y teléfono móvil los niños no sienten adicción.
“Las tecnologías atraen a las personas porque en el mundo virtual siempre puedes probar algo nuevo. Es muy difícil renunciar a su uso precisamente porque no hay límites para satisfacer tus deseos“, dice el doctor Garry Small, profesor de psiquiatría y director del Centro de la longevidad en el Instituto neurológico de California.
Con tan sólo oprimir un bóton, el niño puede obtener lo que desea. Es por eso que se acostumbra instantáneamente a su teléfono inteligente y, a diferencia de un adulto, no siempre puede controlarse.
3. Habrán menos motivos para llorar.
Si una persona siente adicción por algo, se molesta si se lo quitas. Pasa a cualquier edad. Por eso cuando tu hijo se ponga histérico, no te apresures a devolverle su tableta sólo para calmarlo. Únicamente solucionarás el problema de manera temporal.
”Si estos dispositivos se vuelven la herramienta principal para calmar y distraer a los niños pequeños, ¿cómo aprenderán a controlarse a sí mismos más adelante?“, cuestiona la doctora Jenny Radesky de la Universidad de Boston.
Es mejor procurar calmar al niño con una buena palabra, prometerle que lo llevarás a dar una vuelta o contarle un cuento para distraerlo.
4. El niño dormirá mejor.
Está comprobado que el uso de los dispositivos electrónicos en la tarde afecta de manera negativa la calidad del sueño y tu bienestar al día siguiente. El sistema nervioso descansa en el lapso de 21:00 a 01:00. Sin embargo, muchos adolescentes no descansan en ese momento prefiriendo pasatiempos más entretenidos. Y, lastimosamente, es menos saludable.
5. Aumentará su interés por los estudios.
Muchos padres se dan cuenta de que los teléfonos inteligentes distraen a su hijo constantemente y lo convierten en un individuo despistado.
“Estos dispositivos a veces sustituyen a las actividades prácticas, las cuales son tan necesarias para el desarrollo de las habilidades motrices, sensoriales y visuales que son bastante importantes para el aprendizaje”, añade la doctora Radesky.
Los juegos en línea y videojuegos también limitan la imaginación y creatividad de los niños. Y no te asustes de que tu hijo tal vez esté aburrido por el momento. Si presenta ese estado, tiene un motivo para pensar en algo para divertirse. Así es como los niños desarrollan su pensamiento creativo.
6. El niño se convertirá en un ser más social.
Aprendemos a ser educados y procuramos no lastimar a las demás personas precisamente porque al haberlo hecho alguna vez, nuestra memoria guarda recuerdos de ciertas reacciones a nuestras palabras. Y con el tiempo sabemos qué cosas pueden herir a otras personas para no decirlas. Pero, lastimosamente, cuando hablamos con alguien en línea, no podemos escuchar sus entonaciones, ni apreciar su lenguaje corporal o sus expresiones faciales. No es posible que sintamos los cambios de ánimo en una persona. Estas habilidades son esenciales para poder establecer buenas relaciones.
“Las tecnologías son capaces de hacer el proceso de comunicación más fácil“, afirma la doctora Kate Roberts, psicóloga infantil de Boston. ”Pero cuando tenemos un acceso ilimitado a este tipo de comunicación, empezamos a olvidarnos de los encuentros en vivo. Algunos niños procuran evitar las manifestaciones habituales de la naturaleza humana porque se les facilita más».
Un niño necesita tener buena comunicación en vivo con su familia y sus amigos para poder manifestar compasión y entender la naturaleza de las demás personas. Sólo la comunicación en vivo le enseñará a sentirse relajado en compañía de otra gente, lo cual le será muy útil en la edad adulta.
7. El estado físico depende de la actividad.
Por lo general, si usamos nuestros dispositivos electrónicos, permanecemos en un estado estático. Y podemos estar sentados en la misma posición durante horas, sumergidos en lo que pasa en nuestras pantallas. Todos sabemos que esta inactividad puede ser la causa principal del aumento de peso, no sólo en adultos, sino en niños.
Según la investigación, los niños cuyos padres no les dejan conectarse al Internet desde sus recámaras, son menos propensos a padecer de obesidad.
8. La bondad natural de los niños permanecerá más tiempo.
Cuanto más tarde un niño conozca las manifestaciones de la violencia, mejor. No es ningún secreto que muchos videojuegos se basan en el principio de la lucha. El abuso de este tipo de juegos hace que los niños sean menos sensibles a la crueldad y puede provocar que el menor piense que la agresión es un buen método para resolver los problemas.
9. No hay nada más importante que la tranquilidad de tu hijo.
El enorme flujo de información, muchas veces innecesaria y dañina, incluso a un adulto lo vuelve intranquilo. Imagina cómo afecta a los niños que son mucho menos resistentes a diversas perturbaciones. Alguien le dice algo malo en las redes sociales, y el niño ya pierde la paz. Recuerda que es mucho más sencillo escribir algo que decirlo en la cara; es por eso que las redes sociales representan mucho riesgo para tu hijo y le pueden provocar mucho estrés.