Estuve dando muchas vueltas sobre qué escribir, para comenzar el año con algo positivo y a la vez realista. La vida es difícil y hay que acostumbrarnos a ello, para muchos las fiestas significaron problemas o tristezas, entonces vamos a cortar con todo eso y vayamos a una idea muy simple:
“Ser cordial”
Se comienza con un “Buenos días” y un “muchas gracias” y se lo va perfeccionando, hasta decirlo sinceramente, y en ese instante olvidarnos de todo nuestro sufrimiento y nuestra carga diaria, te aseguro que esa no es la intención, pero al menos por un instante es la recompensa que recibes muchas veces por ser cordial.
Todos hemos interactuado alguna vez con personas cordiales, a veces nos llegan en un mal momento, pero a veces nos llegan en el momento justo y nos regalan el “gracias” que tanto esperábamos, aunque sea un desconocido, ése gracias sincero que nos recuerda que al menos alguien agradece lo que hacemos o nos alegra un poquito la existencia.
En mi experiencia el ser cordial no es ni nuevo ni viejo, simplemente me había olvidado de cómo se sentía serlo, antes lo era siempre, luego me olvide y últimamente cuantos más problemas yo tenía, más cordial yo era y más personas me trataban bien.
¿Te ha pasado a ti, que en un día de furia, cuando las dificultades llueven, te encuentras siendo amable a pesar de todo? A mi me ha sorprendido y quería compartir esto con ustedes, ya que son mis amigos “invisibles” y es un dato que puede serte de ayuda…
Me imagino que todo esto si o si, debe causar un efecto positivo en nuestras vidas.
Ahora bien. Que hacer cuando somos amables y los demás no lo son? ¿Qué hacer cuando decimos “gracias” y nos pagan con una mala cara? Como nos tomamos esto? La respuesta es: “Ser indiferentes” porque al fin y al cabo, el beneficio de ser amables es para nosotros mismos y para los que también lo son. Que no te preocupe demasiado!
Práctica en los siguientes días ser amable hasta llegar a ser cordial, te aseguro que la gente te recordará aunque tú no lo sepas, te van a tratar mejor y aunque no pase eso, recuerda que el truco es ser amables sin esperar ningún reconocimiento.
Saludos,
Juan Manuel