No busques tu propia aprobación en alguien más.
Es un error que muchas solemos cometer, pues creemos que es la forma indicada de sentirnos mejor con nosotras mismas. Buscar la aprobación del resto, hacer caso a sus opiniones sobre nuestra apariencia o nuestras acciones, es algo que hacemos recurrentemente con el fin de crearnos una imagen de nosotras mismas, pero no hecha por nosotras, sino por todos los demás. Y no debe ser así.
Creer que eres linda porque la gente te lo dice te hará sonreír, claro, pero no sirve de nada si tú misma no lo crees. No serás más segura de ti misma si esperas que quienes te conocen aprueben tu forma de ser. No tendrás más amor propio si lo buscas en los brazos de alguien más. No serás más hermosa de lo que eres si esperas que alguien te lo diga. Así no es como funciona, y jamás lo será.
No busques en los demás lo que debe estar en ti. No esperes que alguien valide tu opinión para decir lo que piensas. Valórate a ti misma, saca la voz y demuestra que eres capaz de hacer todo lo que se cruce en tu camino, y que no te importa lo que piense el resto, pues así debe ser. Pues eres una voz en un millón de otras, claro, pero eso nada ni nadie te lo puede quitar.
El hecho de que la música baja el nivel de cortisol en el cerebro, no es ninguna novedad. Pero lo sorprendente es que la música es capaz de curar. Nuestro cuerpo está estrechamente relacionado con reacciones químicas en el cerebro. Al disminuir el nivel de estrés, por ejemplo, gracias a tu música favorita, le permites al organismo producir más anticuerpos para combatir enfermedades.
No es ningún secreto que a veces tu estado anímico no afecta tu expresión facial sino al revés. Así, si sales a la calle de buen humor pero el sol te hace fruncir las cejas, tu estado anímico se verá afectado. Lo mismo funciona al revés. Si estás de mal humor, intenta presionar un lápiz con los labios. Esto activará los músculos que están involucrados cuando sonríes, lo cual «engañará» tu cerebro.
Los científicos de la Universidad de Oxford llevaron a cabo un experimento y comprobaron que las sensaciones de dolor se pueden reducir si miras tu parte del cuerpo lesionada a través de la parte reversa de un prismático. Al ver tu lesión de tamaño más pequeño, tu cerebro subestima el dolor y lo sientes menos intenso.
Los psicólogos de la Universidad de Manchester afirman que una gesticulación activa contribuye a la memorización y reproducción de la información. Muchas veces lo gestos están directamente relacionados a lo que uno está diciendo en dado momento. Claro, estas similitudes son bastante convencionales pero este truco realmente funciona.
Otra manera para empezar a memorizar mejor la información requerida es crear en tu mente una imagen de una habitación en la que puedes ubicar objetos asociados. El truco es que tu cerebro no se enfoca en una palabra, sino le otorga una imagen vivaz y, de ser necesario, te será más fácil recordar esa asociación que un dato o un número específico.
También conocido como efecto del absoluto cero. Al principio se aplicaba para estudiar las habilidades paranormales. Los ojos de una persona se cubren con dos mitades de bolas para ping-pong, en los oídos se insertan audífonos con ruido blanco, mientras que su cara se ilumina con una fuente de luz. Debido a la larga exposición al mismo sonido y color, el cerebro empieza a ignorar ruidos y color y se encuentra en una completa ensoñación. Los científicos afirman que en este estado la persona manifiesta sus habilidades telepáticas.
Sal aumentada 150 veces. 
Bolígrafo aumentado 30 veces. 
Azúcar blanco aumentado 50 veces. 
Nylon aumentado 50 veces. 
Grano de pimienta aumentado 15 veces. 
Pimienta negra molida aumentada 5.000 veces. 
Café molido aumentado 750 veces. 
Madera aumentada 150 veces. 
Texto impreso en papel y aumentado 10.000 veces. 
Tela aumentada 200 veces. 
Grampa en una hoja de papel aumentada 30 veces. 
Polen aumentado 400 veces. 
Filo de un rastrillo aumentado 10.000 veces. 
Bigote humano aumentado 500 veces. 
Pelo cortado aumentado 50 veces. 
La superficie de una vieja moneda de cobre aumentado 5.000 veces. 
Mosca de fruta aumentada 3.000 veces. 
Tela de algodón aumentada 40 veces.
