“El secreto de la felicidad no está en el destino, sino en el camino”
Aunque es una simple y reconocida frase con un poderoso mensaje, encierra quizás uno de los más difíciles significados de entender y de llevar a la práctica en la vida, pues desde pequeñitos se nos ha condicionado a hacer todo lo contrario, enfocarnos 100 por ciento en las metas y los resultados, en lugar de poner la atención en el proceso, en el camino.
Te voy a dar un ejemplo. Fíjate como meditando por unos segundos en el verdadero significado de estas palabras, o recordando algunas experiencias o recuerdos positivos o negativos que puedas haber tenido en tu vida, puedes sentir al instante una sensación de felicidad o de infelicidad.
Como podrás observar haciendo este ejercicio, no depende tanto de las cosas que puedas tener en la vida, como tener una casa grande, el último modelo de coche, ropa de marca, o incluso tener tu familia ideal, sino depende del estado de tu propia mente y dónde quieras enfocar tus pensamientos en cada momento para cambiar tu estado de ánimo.
Para resumir, la felicidad es el resultado de la suma de cada una de tus impresiones, de tus experiencias y de tus acciones desde que te levantas hasta que te acuestas.
La felicidad es un efecto boomerang de tu estilo de vida, donde tus pensamientos, tus palabras, tu energía y tus acciones están sincronizadas y actuando en conjunto.
Esta maravillosa sensación que llena de sentido y plenitud tu vida va y viene a lo largo de los días, de los meses y de los años como las olas en el mar. Algunas veces podemos sentirla por mucho tiempo, y otras, simplemente por unos instantes.
Una de mis recomendaciones para que la gente encuentre de nuevo su conexión con la felicidad es primero tomar un poco de tiempo para descubrir cuáles son las razones y motivaciones principales para ser feliz.
Cada ser humano tienes diferentes razones, y cuando descubres cuáles son las tuyas, el efecto es milagroso. Pero tienes que ser muy fiel a tus verdaderas razones y no las de otras personas.
Y en segundo lugar, y al mismo tiempo la parte más difícil de superar, es conquistar los tres principales enemigos de la felicidad: el ego, los pensamientos negativos, y los miedos.
- El primer enemigo de la felicidad es el famoso ‘EGO’que te hace creer que cuanto más cosas tengas, más dinero, más ropa y más reconocimiento de los demás mejor te sentirás.
- El segundo gran enemigo de la felicidad son tus propios pensamientos negativos y de culpabilidad que te limitan a creer en tu potencial haciéndote sentir justo lo opuesto, infeliz.
- Y el tercer gran enemigo son tus miedos e inseguridades que te paralizan en la vida y te convencen a través de mil excusas por qué tú no puedes alcanzar tus sueños.
Para conquistar estos tres enemigos primero tienes que elegir enfrentarte a ellos cueste lo que cueste.
Lamentablemente hacerle cara a la verdad puede ser muy duro y difícil. Para desenmascarar el ego, los miedos, las excusas y la visión pesimista de la vida necesitarás tener mucho valor, fuerza, disciplina y determinación, y no perder nunca de vista tus motivaciones para ser feliz, esas razones que dan significado y sentido a tu vida.
Una vez elijes dar ese difícil primer paso para vencer las sombras que hay en tu mente, empiezas a sentir muy pronto una renovada fuerza interior que te motiva a seguir hacia delante conquistando nuevos retos y descubriendo tu verdadero potencial.
Y así será como paso a paso, día a día, eligiendo tomar las mejores decisiones, responsabilizándote de tus acciones, despertando tu consciencia, y tomando control de tu destino empiezas a sentir, sin apenas darte cuenta, que algo maravilloso se ha apoderado de nuevo de tu vida, LA FELICIDAD.
Via: Martin Llorens