¿Porqué tardas en tomar decisiones?
- Por miedo a las consecuencias.
- Porque tomarlas te estresa.
- Por el vicio de procrastinar, es decir, dejar para mañana lo que no quieres hacer hoy.
- Por querer esperar el tiempo “perfecto“ o la solución ”perfecta“.
- Porque dejas que las cosas se resuelvan “solas”.
Y sí, es verdad, muchas veces es mejor dejar que el tiempo pase y las cosas se acomoden solas, pero debes aprender a distinguir entre las situaciones que dependen de tu decisión para resolverse. Estas son las que no puedes dejarle ni al tiempo ni a alguien más.
¿Qué pasa realmente con tu cuerpo al tener que tomar una decisión?
Psicológicamente está demostrado que cuanto más negocias hacer o no determinada tarea, los estados de alerta a nivel emocional y físico tienden a dispararse. El estrés aumenta, tu corazón palpita más rápido al pensar en ese asunto.
Y muchas veces por eso lo dejas para después, ya que tu cerebro se engaña pensando que si olvidas el asunto te sentirás tranquilo, sin estrés, aliviado.
¿Porqué es importante aprender a decidir?
Como bien dice el psicólogo Fernando Azor "Decidir puede ser estresante a corto plazo, ¿y posponerlo?"
Esta es la mayor razón para aprender a tomar decisiones, posponerlo te acarreará una serie de problemas que pueden llegar a volverse físicos, tales como:
- Tristeza.
- Ansiedad.
- Depresión.
- Dolores de cabeza.
- Somatizarlo y derivarlo en alguna enfermedad corporal mayor.
¿Cómo puedes aprender a tomar decisiones?
Debes tener en mente lo siguiente:
- Cuanto más capaz seas de decidir, menos estrés o ansiedad tendrás en tu vida.
- Mira las decisiones como obstáculos en una carrera: en cuanto decides saltarlos, quedan atrás y te olvidas de ellos. Lo mismo pasa cuando tomas una decisión, puedes seguir adelante.
- Debes aceptar que no eres perfecto, por lo que puedes cometer errores y debes aprender a vivir con ellos. Algunas decisiones serán errores.
- Cuando se trata de algo importante, estudia todas tus opciones, puntúalas del 1 al 10 y elige la mejor. Muchas veces tendrás que elegir una opción de 5 sobre 10, y deberás aceptar que es lo que hay.
- Piensa que nada consigues apartándote de los problemas pues tarde o temprano te alcanzarán.
- No sigas hablando del problema, más bien plantéate todas las soluciones viables.
- No negocies demasiado contigo mismo. Por ejemplo, cuando tienes que cumplir con un trabajo y decides que mejor lo dejas para el fin de semana porque no te gusta. Llega el fin de semana y decides que mejor el lunes argumentándote a ti mismo que el lunes estarás bien descansado y lo harás mejor. Esto es lo que debes evitar.
- Considera que a veces es mejor pasarla mal al principio para después conseguir un beneficio.
- Recuerda que es mejor que tu vida sea la consecuencia de tus propias decisiones y no de las de los demás.
¡Decídete!