El hallazgo del cadáver de una joven de 20 años en una playa al sur de Reykjavik ha dejado a Islandia consternada. Algo que se debe a que el país, con 330.000 habitantes, tiene una de las tasas de criminalidad más bajas del mundo y los homicidios son extremadamente atípicos.
Con la participación de 725 voluntarios, el asesinato de Birna Brjansdottir ha comportado la mayor operación de búsqueda y rescate de la historia de la nación, de acuerdo con medios locales.
Después de estar 8 días desaparecida, el suceso ha terminado con la detención que 2 marineros groenlandeses de 25 y 30 años, pero aún no hay pruebas concluyentes de que sean culpables. La policía dijo que están tratando el caso como un asesinato, pero "actualmente no es posible determinar la causa de la muerte".
El inicio de esta tragedia se remonta a la noche del 14 de enero, cuando Brjansdottir estuvo bebiendo en los bares de Reykjavik. Las cámaras de vigilancia de la zona registraron las últimas imágenes que se tienen de ella, en las que aparece caminando a tropezones por las calles de la ciudad.
El último rastro que dejó fueron sus zapatos, que fueron encontrados por la policía en el puerto de Hafnarfjordur, cerca del muelle en el que estaba amarrado el barco groenlandés, Nanoq Polar.
Con la participación de 725 voluntarios, este caso ha comportado la mayor operación de búsqueda y rescate de la historia de la nación
La conexión entre Brjansdottir y los 2 sospechosos es un Kia Rio, en el que se encontraron restos de su sangre y que había sido alquilado por los marineros, de acuerdo con las autoridades. También fue visto en el último lugar por el que pasó Brjansdottir y las cámaras de seguridad mostraron como estuvo estacionado cerca del buque alrededor de las 6:30.
Horas después de su desaparición, el Polar Nanoq zarpó. Pero miembros de la policía de élite de Islancia, los Viking Squad, no les permitieron abandonar la isla. Volaron en helicóptero hasta el barco e interrogaron a la tripulación. Después, volvieron a la capital con los 2 marineros bajo custodia.
Desde 2001, Islandia ha registrado solo un promedio de 1,8 asesinatos por año, de acuerdo con estadísticas policiales. En un país en el que los policías patrullan desarmados, los homicidios suelen ser cometidos personas que actúan bajo la influencia del alcohol o que tienen problemas de salud mental.