Se acostumbra creer que la comida cocida es más saludable que la frita, y que las patatas a la francesa son uno de los platillos más nocivos del mundo. ¿Pero será cierto?
Nos enteramos de los resultados de una investigación curiosa, cuyos autores afirman que las patatas fritas pueden ser más saludables que las cocidas, solo hay que seguir ciertas reglas fáciles de su preparación.
Científicos de la Universidad de Granada llevaron a cabo un experimento para descubrir cómo diferentes maneras de preparación de verduras afectan en la cantidad de polifenoles: antioxidantes potentes que reducen el riesgo de enfermedades oncológicas.
Durante el experimento, las patatas, la cebolla, las berenjenas, las alcachofas y los pimientos se cocían, se asaban y se freían en aceite de oliva y luego se comparó en qué verduras se había conservado la mayor parte de sus propiedades positivas.
Los investigadores se llevaron una gran sorpresa: resultó que la mayor parte de los antioxidantes se había conservado en las verduras fritas en aceite de oliva sin adición de agua. Lo que sucede es que a la hora de cocer, los polifenoles y otros nutrientes de verduras pasan al caldo, y a la hora de freírlas en aceite de oliva, no solo se conservan sino también se les unen los nutrientes del aceite.
Por lo tanto, se puede concluir que consumir patatas cocidas no es tan saludable porque pierde la mayor parte de sus propiedades positivas en la cocción. Al mismo tiempo, las patatas fritas, preparadas en aceite de oliva de calidad, te alegrará con su sabor y beneficiará tu salud. ¡Lo importante es conocer la medida en todo!