Apuesto a que no lo habías pensado… pero no, nunca has visto al polluelo de una paloma.
Pero no es así, y en realidad hay una particular razón por la que casualmente no vemos a sus críos.
En realidad, las palomas pueden hacer de todo, incluso reproducirse frente a nuestros ojos, pero cuando se trata de sus hijos, son muy reservadas.
Ellas escogen lugares estratégicos para anidar, y allí está la clave: sus bebés no estarán a la luz pública, sino en partes escondidas como casas y edificios viejos, azoteas, espacios debajo de los puentes, etc.
Allí van a permanecer hasta que cumplan al menos 40 días, y en ese transcurso sus padres le llevarán comida suficiente para que puedan desarrollarse, sacar más plumas y tener aspecto menos frágil, de una paloma más grande.Y lucen incluso graciosas, mira
Luego de esa fase de días necesarios para que las crías puedan salir al público, es muy fácil reconocerlas. Hay una importante característica que diferencia a las aves jóvenes de las adultas: las primeras no tienen esa franja de colores en el cuello que caracteriza a las clásicas palomas.