En todo tipo de investigaciones acerca del nivel de felicidad en diferentes países del mundo, Dinamarca, Noruega y Suecia siempre ocupan los primeros lugares. Claro que estos países tienen un nivel de vida bastante alto pero no solo se trata de eso, los escandinavos tienen ciertas reglas en común gracias a las cuales no dejan de sentir alegría por la vida.
Decidimos averiguarlo y, al parecer, todos podemos aprender algo de estas personas.
1. Humildad y respeto hacia el prójimo
En los países escandinavos existe la así llamada Ley de Jante: unas reglas que no admiten el derecho al individualismo:
- No pienses que tú eres especial.
- No pienses que eres tan bueno como nosotros.
- No pienses que eres más inteligente que nosotros.
- No pienses que eres mejor que nosotros.
- No pienses que conoces más que nosotros.
- No pienses que eres más importante que nosotros.
- No pienses que sabes hacerlo todo.
- No te burles de nosotros.
- No creas que los demás se preocupan por ti.
- No creas que puedes enseñarnos algo.
Aunque los escandinavos de vez en cuando se burlan de esta ley, de verdad ayuda a crear una sociedad increíblemente amistosa y unida. Ser humilde, respetar a los demás es muy a su estilo.
Además, esta ley advierte a las personas contra la arrogancia y ostentación: aquí no acostumbran sentirse orgullosos de sus méritos y mucho menos presumir sus riquezas.
2. Equilibrio entre la familia y el trabajo
Los escandinavos saben lo importante que es dedicarle suficiente tiempo tanto a la familia como al trabajo. Muchas oficinas y empresas en Dinamarca se cierran a las 5 de la tarde y no trabajan horas extra, mucho menos lo hacen los fines de semana. Y en Suecia hace poco implementaron el día laboral de 6 horas, de esta manera la eficiencia no cae y los empleados tienen tiempo de descansar con su familia.
Junto con su familia, los escandinavos hacen días de campo, practican deportes, viajes y todo esto a pesar de que su clima no es el más agradable del mundo.
3. El calor de hogar
Los daneses tienen una palabra fabulosa que signfica la comodidad del hogar y la calidez de la comunicación con familiares y amigos: “hygge“. Se trata de reuniones en casa enfrente de una chimenea o con velas encendidas, con un montón de comida deliciosa, bebidas y comunicación. Hygge está disponible para todo el mundo, precisamente por eso aquí no hay lugar para el lujo y la presunción. Hygge es unidad, comodidad, apoyo y atención de tus seres queridos.
Además, la palabra ”hygge" está en la lista de las palabras más populares de 2016 según el Diccionario de Oxford. Es una palabra fabulosa, multifacética, que oculta toda una filosofía.
4. Expectativas realistas
En su libro "Feliz como un danés" Malene Rydahl comparte la receta de la felicidad de su pueblo. Uno de los secretos más importantes para ella es saber formular las expectativas realistas, lo cual, sin embargo, no significa que debes dejar de soñar y proponerte objetivos ambiciosos. Sin embargo, piensa cuántas veces te has frustrado solo por haber exigido demasiado, tanto de ti mismo como de los demás. Además, cuanto menos expectativas tengamos de nuestros amigos y seres queridos, mayores sorpresas nos pueden dar.
Compararte con otras personas no es el mejor camino hacia la felicidad. En el siglo de la abundancia de la información en las redes sociales, a veces nos parece que no hacemos nada, que podríamos tener una calidad de vida mejor, etc.; tal vez a veces valga la pena detener esta carrera y aprender a alegrarnos por lo que ya tenemos. Los escandinavos creen que es más eficiente compararte con los que tenen menos que tú pero al mismo tiempo sin ser engreído ni pensar que eres mejor que ellos.