Aunque parezca una locura, estos seis investigadores hicieron la prueba durante 8 meses. Lo hicieron en una base emplazada en un volcán activo de Hawaii, con el apoyo de la NASA. ¿Cuál era el objetivo? Emular las condiciones hostiles que representaría colonizar Marte.
Los "colonos" buscaban determinar los efectos psicológicos y los conflictos que aparecerían cuando se convive por un tiempo considerable en un lugar muy aislado y desfavorable. ¿Qué fue lo que descubrieron? En las palabras de Kim Binsted, el líder de la investigación, “aprendimos por encima de todo que el conflicto, incluso en los equipos más unidos, va a aparecer”. Además, resaltó la importancia de tener una tripulación sumamente resiliente, capaz de reconocer y responder de forma apropiada ante el conflicto.
Las condiciones fueron muy difíciles. Vivieron durante 8 meses en un refugio de 111 metros cuadrados con tres habitaciones, una cocina, un laboratorio y un baño compartido con una ducha y dos inodoros. A pesar de que no era necesario, cada vez que salían del refugio se vestían con trajes espaciales como si realmente estuvieran en Marte. Además, para comunicarse con el exterior, simulaban un retardo de 20 minutos para ser más fieles a las condiciones del planeta rojo.
Algunos llevaban un diario y confesaron sentirse abrumados por la experiencia, pero al cumplirse el plazo salieron todos a celebrar con comidas variadas, muy distinto de los enlatados y comida deshidratada al que estaban acostumbrados. A pesar de todo, el líder destacó que “Dimos un paso adelante y estamos analizando la selección y la composición de los tripulantes”.