En el informe "El estado mundial de la infancia 2017", elaborado por Unicef, se analizó por primera vez de manera integral las diferentes formas en las que la tecnología afecta la vida y el desarrollo de los más chicos. Un detalle de los peligros y las oportunidades de los tiempos digitales que corren.
Un estudio realizado en 2015 por Ruth Milanaik (pediatra científica estadounidense), reveló que el 58% de los menores de 2 años había utilizado un dispositivo móvil. Por su parte, Aric Sigman (licenciado en Ciencias de la Psicología y Neurofisiología del Comportamiento) publicó en 2012 un trabajo que estimaba que los pequeños pasarían 360 días pegados a las pantallas antes de cumplir los 7 años.
En este contexto, ¿el temor de los adultos es injustificado? La respuesta es no. "Recientemente, la Academia Americana de Pediatría recomendó que ningún menor de 18 meses use dispositivos electrónicos.
Dimitri A. Christakis (pediatra, epidemiólogo y miembro de la Academia Americana de Pediatría) reveló que la exposición a pantallas a tan corta edad genera un impacto negativo en el desempeño académico y social, porque reduce la capacidad de atención. En segundo lugar, investigadores de la Universidad de Wisconsin demostraron que estos chicos presentan dificultades para conciliar el sueño y tienen fases REM (sueño profundo) de menor duración"
Problemas oculares
Otro tema no menor en la precoz exposición a las pantallas es la alta incidencia de miopía (defecto refractivo que dificulta la visión de lejos). "En países del extremo oriente donde la incidencia de miopía rondaba el 40%, subió al 80% en menos de 20 años. En Argentina y la región, el índice ronda el 30%. Esta patología se produce por un aumento del reflejo de acomodación/convergencia y su acción sobre el músculo ciliar, fenómeno que facilita el aumento del largo del globo ocular y, por lo tanto, de la miopía"
Pautas para tener en cuenta
- Las pantallas no son recomendadas para los menores de dos años, cuanto más tiempo se pueda restringir el acceso a ellas mejor será su desarrollo
- Hasta los cuatro años sería ideal no superar la hora diaria de exposición y luego de los cinco años hasta dos horas por día.
- Descansar la vista cada 20 minutos. Para eso basta con mirar a un objeto lejano y parpadear varias veces durante 20 segundos.
- Evitar que usen dispositivos lumínicos antes de dormirse.
- Comunicar a los chicos que un adulto estará al tanto de sus actividades en línea. Una opción para facilitar esto es ubicar la computadora en un lugar común del hogar como el living donde la pantalla sea visible.
- Elegir un sitio adecuado como “página de inicio”. Armar y supervisar una lista de sitios favoritos.
- Enseñar a los niños a consultar antes de facilitar datos personales mediante e-mails, chats, foros o formularios.
- Intentar navegar y chatear de manera frecuente junto a aquellos que se inician en Internet.
- Conversar con los niños acerca de las actividades que realizan en línea del mismo modo que de otra actividad cotidiana. Hablar también sobre situaciones desagradables que hayan vivido en relación a Internet.
- Lo principal es que los padres estén atentos a lo que los chicos informen, es importante escucharlos y acompañarlos en estas etapas de descubrimiento.