Las nuevas tecnologías y el uso intensivo de éstas por parte de los adolescentes está provocando que se activen nuevas zonas del cerebro en detrimento de otras en las que residen la memoria o la capacidad organizativa.
Asimismo, el uso de estas nuevas herramientas genera diversos comportamientos patológicos en este grupo de edad, que abarca desde los 14 a los 21 años, como el acoso escolar, la violencia o la falta de conciencia sobre la confidencialidad de los datos personales.