Los 4 tipos de genios, ¿cuál eres tu?
Aprovechar al máximo el potencial que cada uno llevamos en nuestro interior no es un tarea fácil si no somos capaces de discernir cuáles son las aptitudes para las que tenemos mayor capacidad. Conocerse a uno mismo es la única vía para averiguar qué características te hacen especial y, siguiendo la propuesta del empresario y autor Robert James Hamilton, con qué sabio te identificas más según tu personalidad.1. Genios dinamo. Expertos en crear ideas brillantes, este tipo es especialista en iniciar proyectos pero no suelen terminarlos. Estos sabios hacen caso omiso de las críticas y no les importa pasar por alto los detalles más pequeños. Estos genios se centran en la creación que es su punto fuerte y pasan a la historia por su brillantez y su capacidad de resolución. Algunos ejemplos de esta personalidad serían Bill Gates, Steve Jobs, Beethoven o Albert Einstein.
2. Genios resplandecientes. Gente inteligente y que con gran facilidad para tratar con la gente, aunque se distraen con mucha facilidad. Las personas que se engloban dentro de este tipo son muy carismáticas y destacan por su capacidad de liderazgo y de establecer conexiones. No suelen planificar ni organizar mucho si no que dan valor a la diversión y al buen ambiente para generar una buena comunicación. Entre estos genios se encuentran nombres como Marilyn Monroe, Ellen DeGeneres, Oprah Winfrey o Bill Clinton.
3. Genios del tiempo. A pesar de estar muy concienciados con su entorno suelen tener un exceso de cosas pendientes siempre por hacer. La mayor fortaleza de este prototipo de genio es su perseverancia, quizás no sean los más fuerte, pero sí son los más meticulosos y siempre se toman su tiempo para hacer bien las cosas. Nelson Mandela, Ghandi, la Madre Teresa o Michael Phelps tienen este tipo de perfil.
4. Genios de acero. Preocupados por los detalles, su sabiduría e inteligencia les diferencia pero pueden llegar a ser excesivamente cautelosos. Estos genios destacan por su conocimiento de los sistemas informáticos y la complicada gestión de datos. Suelen disfrutar estando solos porque se concentran mejor a la hora de realizar sus proyectos y no les importa no ser los más populares. Su objetivo final es conseguir hacer algo de la forma más inteligente posible. Célebres empresarios como Ray Kroc, Sergey Brin, Rockefeller o Mark Zuckerberg se cuentan entre ellos.