Cómo rendir mejor en el trabajo, según un gurú de la “productividad extrema”
Robert Pozen, un profesor del MIT de larga trayectoria en el mundo de las finanzas, publicó un libro donde cuestiona la dependencia del trabajo y da consejos para rendir al máximo dentro del horario laboral.
Optimizar el tiempo y concentrarse en los objetivos para hacer lo que realmente importa en el mundo laboral: los resultados. Así puede resumirse el libro “Productividad extrema”, de Robert Pozen, profesor del Instituto de Tecnología de Massachusetts. En la publicación detalla siete consejos para alcanzar objetivos diarios optimizando el tiempo.
Robert Pozen cuenta que aprendió a ser productivo porque no tenía otra alternativa.
"Vengo de una familia de bajos ingresos. Cuando estaba en la escuela secundaria tenía dos trabajos, practicaba deportes y hacía las cosas que hacen todos los jóvenes a esa edad, como divertirse, ir a fiestas", dice Pozen en conversación con BBC Mundo.
"Aprendí a ser productivo porque tenía que conseguir suficiente dinero para financiar mi educación", explica.
Con poco tiempo disponible, Pozen se propuso administrar de la mejor manera posible las horas del día. Y lo consiguió.
Profesor del Instituto de Tecnología de Massachusetts, MIT y autor del libro "Productividad extrema: mejora tus resultados, reduce tus horas", desarrolló una extensa carrera en el mundo financiero, público y académico.
Pozen, que además tiene una vasta trayectoria en el mundo de las finanzas, asegura que el trabajo “está matando a la gente”. “De nada sirve dormir menos de siete horas o irse del trabajo a las 10 de la noche”, afirma.
1. Elaborar rankings y priorizar tiempos. Según explica, pocas personas lo hacen, y resulta fundamental para la organización. Es preciso definir objetivos y categorizarlos según su urgencia, para la semana y para el resto del año. Luego, dividirlos en una lista de “oferta” y “demanda”. Del lado de la oferta, preguntarse: ¿reflejan esos objetivos las actividades que te gustan y en las que sos bueno? En la otra columna, responderse cómo esos propósitos ayudan a tu empresa.
2. Importan los resultados, no las horas invertidas. Dejar de medir ponderando el tiempo invertido: la cantidad de horas trabajadas no significan que fuiste más productivo.
3. No dejarse llevar por pequeñas distracciones. El correo electrónico es un claro ejemplo de esto: abruman los nuevos mails que llegan a cada instante y perdemos tiempo prestándoles atención cada cinco minutos. Eso sí: cuando abrimos un correo que necesita respuesta, lo ideal es resolverlo inmediatamente. Demorar este tipo de asuntos que parecen menores disminuyen la productividad.
4. Empezar por el final. Anticiparse a los posibles resultados puede ser una excelente manera de aumentar la productividad. Es decir: no esperar días o semanas a reunir información para arribar a las conclusiones, si no teorizar sobre las posibles conclusiones y luego corroborarlas -o no- en el proceso de investigación.
5. Tomarse tiempo para pensar. Es de vital importancia reservar un momento del día para reflexionar. Lejos de tener muchas reuniones, analizar las cosas con tranquilidad es todavía más útil.
6. No perder tiempo en cuestiones irrelevantes. Realizar una rutina previsible en cosas que no resultan demasiado importantes en el día a día puede ahorrarnos mucho tiempo, que luego puede destinarse a trabajar mejor. Pozen cita un ejemplo bien claro: Barack Obama usaba trajes de color azul. Así, no perdía tiempo pensando en cómo vestirse. Adoptar rutinas similares con el desayuno o las comidas también puede potenciar nuestro tiempo.
7. Volver a casa temprano. Si fue un día intenso de trabajo, de nada sirve estirar el tiempo en la oficina. Desconectarse es más que necesario. No revisar mails, ni contestar mensajes ni llamados vinculados al trabajo. Simplemente, regresar al hogar y pasar tiempo en familia para desconectarse.