Él tuvo esta idea en 2011 cuando estaba celebrando su cumpleaños en un restaurante. El camarero le trajo a dos de sus hijos algunos crayones. Después de esto Bryan sintió curiosidad por saber qué ocurría con esas piezas de cera luego de ser usadas durante un par de minutos; descubrió que iban directamente al basurero. Entonces pensó que podría darles un mejor uso: fundirlas y enviarlas a los niños que están en los hospitales.
Cada año 40 toneladas de crayones de cera son tiradas a la basura.
Pero ahora Bryan Ware los usa para algo con muy positivo.
Los funde y luego vierte la cera resultante en moldes especiales.
De esta manera crea nuevos crayones. De una sola fundición salen 96 nuevos lápices de cera.
Son un poco más gruesos que lo que originalmente eran y los niños con dificultades motrices pueden agarrarlos con mayor facilidad.
Después, los crayones “nuevos“ son repartidos por todos los hospitales de California.
Ya se han repartido 2 mil cajas como las que ves en esta foto.
”Si gracias a estos crayones los niños olvidan al menos por 10 minutos que están en el hospital, habremos hecho todo bien". — dice Bryan.
via Bored Panda