Sonrie Para Vivir Mejor comparte contigo algunos trucos psicológicos que te ayudarán a llevarte mejor con los demás y hacerte la vida más fácil.
- Para saber si le gustas a alguien elige una palabra y cada vez que tu interlocutor la pronuncie o utilice expresiones similares asiente con la cabeza y sonríe. Si le caes bien, pronto notarás que esta persona empezará a usar esta palabra todo el tiempo.
- Si quieres que la gente te tome en serio, diles que así decía tu padre. Las personas inconscientemente son propensas a creer en los consejos paternales.
- Sé campeón del juego «Piedra, papel o tijera» haciéndole cualquier pregunta a tu oponente justo antes del juego. En la mayoría de los casos, los jugadores tomados por sorpresa arrojan «tijera».
- Si quieres que tu interlocutor esté de acuerdo contigo, no olvides asentir con la cabeza al hacerle una pregunta. Este movimiento da a entender que todo lo que tú estás diciendo es la única verdad. Además, siguiendo las reglas del comportamiento social, la gente tiende a asentir en respuesta.
- ¿Algún día has soñado con una parada de autobús o un metro totalmente vacíos a las 8 de la mañana? En lugares llenos de gente mira en la dirección de tu movimiento. Te sorprenderás de lo fácil que la multitud se hace a un lado dándote paso. El secreto es simple: en los sitios concurridos la gente mira directamente a los ojos de los demás peatones para entender hacia dónde se dirigen y así no chocar con ellos.
- Si se te pegó alguna canción y no la puedes sacar de tu cabeza, acuérdate de su terminación. De acuerdo al efecto Zeigarnik, nuestro cerebro recuerda mejor las tareas no culminadas. Por lo tanto, si piensas en cómo termina la canción, desaparecerá por su cuenta.
- ¿Quieres que tus hijos coman brócoli? En lugar de preguntarles si lo quieren, pregúntales cuántos ramilletes les sirves: 5 o 2. De esta manera, ya has decidido por ellos pero los niños sienten como si la decisión fuera de ellos. Puedes aplicar este truco en otras situaciones.
- Si crees que alguien te está espiando, simplemente bosteza y mira las personas alrededor. Debido a que bostezar es contagioso, seguramente sabrás quién te está observando.
- Tu amigo te ayudará a cargar cualquier cosa, por ejemplo, una caja, si al pasársela continúas la conversación. La mayoría de personas no se percatarán de la trampa y agarrarán la caja. Sin embargo, hay que ser cautelosos, pues se pueden sentir avergonzados.
- Si vas a apretarle la mano a alguien, asegúrate de que tus manos estén calientitas. Las manos calientes se asocian con amabilidad, mientras que tocar una mano fría puede causar repulsión y disgusto.
- Reformula lo dicho por tu interlocutor y repítelo. Entenderá que de verdad lo estás escuchando y lo más importante, que lo entiendes. Eso sí, no debes excederte.
- Si quieres que te ayuden empieza tu petición diciendo «Necesito tu ayuda...». A la gente no le gusta sentirse culpable, por ello no podrán negarse.
- Si a alguien le caes mal, pídele un bolígrafo. Por un lado, la gente no tiende a ayudarle a alguien que no le gusta, pero por otro lado, es un favor demasiado pequeño para negarlo. De esta manera, la persona se convencerá a sí misma de que, después de todo, no le caes tan mal.