6 errores que pueden afectar el futuro de nuestros hijos

6 errores que pueden afectar el futuro de nuestros hijos

1. No permitir a los hijos tomar riesgos.


Vivimos en un mundo lleno de peligros a cada paso, eso es un hecho. El lema “la seguridad ante todo“ refuerza nuestro miedo a perder a nuestros hijos y por eso los rodeamos de cuidados en todo aspecto. Psicólogos europeos descubrieron que si los niños no juegan en la calle, si nunca se han caido y raspado las rodillas, es de esperar que en la vida adulta sufran de fobias.
Los niños deben caerse varias veces para entender que eso es algo normal. Los adolescentes deben tener conflictos con sus compañeros y vivir el primer amor para adquirir estabilidad emocional, sin la que es imposible entablar relaciones interpersonales de calidad y larga duración en el futuro.
Eliminar el riesgo en la vida de los niños puede dar origen a la arrogancia, la insolencia y la baja autoestima en su adultez.

2. Correr en su ayuda demasiado pronto.


La generación de jovenes de hoy no desarrolló algunas habilidades que eran inherentes en los niños de hace 30 años. Cuando corremos a ayudar a nuestros hijos demasiado pronto y los rodeamos de ”cuidado“ excesivo, les quitamos la posibilidad de buscar por si mismos la salida de las situaciones dificiles.
Tarde o temprano los niños se acostumbran a que alguien los salve siempre: “Si yo cometo un error o no cumplo mi meta los adultos lo arreglarán y no habrá consecuencias”. Aunque en el mundo real de los adultos las cosas pasan de una manera completamente diferente.

Si eso ocurre, tus hijos podrian no ser aptos para la vida adulta. .

3. Permitir que la sensación de culpa reemplace el buen comportamiento.


Tu hijo no necesariamente debe amarte cada minuto. En su vida él o ella tendrá que superar muchas adversidades, y el ser mimado puede impedirle hacerlo; por eso no hay nada de malo en decirle ”no" y “ahora no” para que aprenda a luchar por lo que quiere y lo que necesita. Si en la familia hay varios niños con mucha frecuencia los padres piensan que no es justo premiar a uno y no a los demás, Pero premiarlos a todos siempre es imposible, adicionalmente al hacerlo perdemos la oportunidad de mostrarles que las recompensas son el fruto del esfuerzo y las buenas acciones.
Piénsalo dos veces antes de premiar a los niños con regalos y paseos al centro comercial. Si la relación con tus hijos está basada únicamente en estimulos materiales, ellos no van a sentir ninguna motivación interna ni amor incondicional.

4. Confundir intelecto con madurez


El intelecto es usado con mucha frecuencia como medida de madurez en un niño y como resultado los padres suponen que su hijo o hija está preparado para el mundo real. Eso no es así. Algunos deportistas profesionales, y jovenes estrellas de Hollywood, por ejemplo, poseen un gran talento pero aún así son centro de escándalos públicos. No pienses que tu hijo tiene talento para todo.
No existe la ”edad mágica de la madurez” o un manual acerca de cuándo es un buen momento para dar al niño libertad en esto o lo otro.
Pero hay una regla muy buena: Observa a otros niños de la misma edad de tu hijo. Si te das cuenta que ellos son más autónomos, significa que tú puedes ser quien esté frenando el desarrollo de su independencia.

5. No aplicar lo que se predica.


Como padre o madre debes llevar un estilo de vida modelo: una vida tal como el que quieres para tus hijos. En este momento el lider de la familia eres tú, un ejemplo a seguir, por eso debes respetar las normas de convivencia y de comportamiento. Cuida tus actos, incluso los más pequeños porque tus hijos te están observando.
Si no actúas de acuerdo a las normas tus hijos van a saber que no tiene nada de malo si ellos hacen lo mismo. Muestra a tus nños qué significa ser íntegro, e inculca en ellos el ayudar a los demás: ayuda tú mismo a los demás. Deja los lugares mejor que como los encontraste, y tus hijos harán lo mismo; saluda al llegar y despídete al salir y tus hijos lo repetirán.

6. No contarles a los hijos los errores de nuestro pasado.


Llegará el dia cuando un adolescente normal quiera “abrir sus alas“: cometer sus propios errores y el adulto deberá permitirle hacer eso. Eso no significa no orientar a los hijos en situaciones y cosas que desconocen. Cuéntales a tus hijos qué errores cometiste cuando tenías su edad, pero evita las exageraciones con respecto a temas como el tabaquismo, el alcohol y los narcóticos, aunque parezca mentira, eso hace que tu mensaje sea más contundente que un sermón constante.
Los hijos deben estar preparados para enfrentar situaciones desagradables y ser responsables de sus actos.
Cuéntales qué sentías cuando tú mismo te enfrentaste a situaciones parecidas, cómo reaccionaste y qué aprendiste de eso.
 

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