Todos lo hemos visto. Es una señal inmensa imposible de ignorar; una marca propia de la ciudad de Los Angeles, California; una palabra que representa gran parte de la industria del entretenimiento. Pero aunque todos la reconocen, muy pocos conocen la historia que hay detrás de ésta. ¿De qué estoy hablando? Del gran y clásico letrero de enorme letras blancas que dice HOLLYWOOD.
¿De dónde salió? No fue para satisfacer famosos, tampoco para decorar la ciudad.
En el año 1923, Harry Chandler, un inversor de bienes raíces y dueño de un medio llamado Los Angeles Time, estaba buscando la forma de promocionar el desarrollo de un proyecto de vivienda en una zona conocida como Hollywood Hills. Un amigo de Chandler llamado H.J. Whitely (quien aseguró haber puesto el nombre del área de Hollywood en 1886), sugirió lo siguiente: construir una señal inmensa sobre la zona de desarrollo con el nombre del proyecto: Hollywoodland.
Y así se hizo.
Contrataron a una compañía llamada Crescent Sign para que construyeran la señal con letras de 13 metros de alto y 9 metros de ancho. El costo total: 21.000 dólares (bastante para la época). Además de ser gigante, la señal se iluminó con miles de luces que se programaron para que alumbraran por partes: HOLLY—WOOD—LAND—HOLLYWOODLAND.
Hay algo bastante particular en esta historia.
Curiosamente, la señal estaba pensada para que durara tan sólo unos cuantos meses. Sin embargo, como Hollywood se convirtió en el corazón del cine y el glamour, la señal se volvió tan icónica como los actores y sus películas.
Pero, ¿qué pasó con las últimas cuatro letras de la señal?
La palabra LAND se eliminó en el año 1949, pero el resto de la palabra se quedó ahí para siempre. Obviamente se deterioró, pero fue nombrada “Monumento Histórico Cultural” en 1973 y decidieron repararla. En 1978 reconstruyeron la señal con otros materiales.
¿Eres capaz de encontrar la señal en esta imagen? (pista: está justo en el fondo y en la cima).
Cuando descubrí que antes había tenido la palabra “LAND”, me sentí como Homero J. Simpson cuando descubre lo significa la “J” en su segundo nombre.
¿Conocías toda la historia o te sorprendió tanto como a mí?