Algunos gatos parece que tienen problemas de identidad propia; unos creen que son perros, otros, criados por otros animalitos, adaptan sus costumbres. Hay gatos a los que todo les importa un pepino y si se les ocurre dormir en tu computadora portátil mientras estás escribiendo tu tesis, lo harán sin pensarlo dos veces. Pero también hay gatos que por alguna extraña razón creen que son pájaros.