Cuando tenía unos 10 años, mi mamá compró “Harry Potter y la piedra filosofal“. Era el libro que todos estaban leyendo ese verano. Aparecía en las noticias, y la verdad, es que verla a ella tan interesada, hizo que me entrara la curiosidad. Un día tomé el libro en la playa y comencé a leer. Dumbledore dejando un canasto en la puerta de una familia muggle… me fascinó. Pasé toda la tarde pegada al libro, y simplemente se me olvidó que hacía un calor infernal y que quería refrescarme en el mar.
Desde entonces que estoy absolutamente obsesionada con los libros. Me enamoré de Mr. Darcy, lloré con Romeo y Julieta, y me reí a carcajadas con uno que leí hace poco, sobre los tipos de hombres que existen y la forma en que conquistan.
¿Te consideras un fanático de los libros también? Entonces tienes que poner mucha atención a esta lista de productos que no deberían faltar en tu vida.