Cuando termines tus patatas fritas y te quede un tubo de cartón, no lo tires. Hay muchas maneras de reutilizar este objeto.
Seleccionamos las mejores transformaciones que dan ganas de repetir en casa.
1. Florero
Con un par de sencillos movimientos, un envase de patatas fritas vacío se convierte en... un florero decorativo. Solo hay que decorar la parte exterior del futuro florero con los materiales que tienes a la mano.
2. Envoltura para regalos
Envolver un regalo de manera inusual es todo un arte. Un envase de tubo puede servir para empacar productos comestibles, por ejemplo, galletas o dulces, y también para objetos pequeños fáciles de almacenar.
3. Contenedor para almacenar granos y pasta
Las latas alargadas son perfectas para almacenar espaguetti pero también para cualquier otro alimento que encuentres en la cocina. Solo deja volar tu imaginación.
4. Dispensador de discos de algodón o bolsas de plástico
Al cortar un pequeño orificio abajo del envase, obtienes un excelente dispensador de discos de algodón. Y si haces un pequeño orificio en la tapa, convertirás el envase en un almacenador para bolsas de plástico.
5. Caleidoscopio
Esta es una excelente idea para padres e hijos. Necesitarás un martillo y un clavo (para crear un orificio en el fondo del envase, papel holográfico, piedritas de colores, inspiración y un poco de tiempo.
6. Cajita para manualidades
En los tubos vacíos es cómodo almacenar cintas, hilos gruesos y otros materiales para manualidades. Con pocos movimientos aseguramos todo adentro y disfrutamos del orden perfecto sobre la mesa.
7. Molde para velas
Puedes verter en el envase cera derretida en las combinaciones de colores que quieras, recuerda ponerle una mecha. Obtendrás una hermosa vela hecha a mano.
8. Minihorno para preparar salchichas
Tal vez no sea la manera más cómoda para reparar salchichas para hotdogs pero sí es muy entretenida. Solo necesitas la luz solar, un envase vacío y algunas salchichas, por supuesto. Llegó la hora de los experimentos científicos.
9. Casa de juguete
Es la base perfecta para elaborar una torre de juguete o, tal vez, todo un castillo. Si lo decoras bien, nadie adivinará de qué está hecho.