Por mucho tiempo, un dilema ha puesto a prueba la moralidad de las personas. Tal vez ya te lo contaron y puede que te haya costado trabajo decidir, o no. Se trata de un tren sin frenos que avanza hacia un grupo de 5 personas atadas a las vías. Tú te encuentras en un puente elevado sobre las vías, junto a un señor de grandes dimensiones. Si lo empujas, caerá en el camino de la máquina y morirá, pero salvará la vida de los cinco.
Para sorpresa de nadie. Sólo el 30% de la gente apoya el sacrificio de una persona a pesar de que salvaría a cinco.
Esto de acuerdo a un grupo de investigadores de las Universidades de Oxford (Reino Unido) y Cornell (EE. UU.) trataron de explicar el origen de la preferencia humana por las intuiciones deontológicas o éticas.En su estudio, indicaron que aquellos que creen que las decisiones buenas son las que logran el mayor beneficio para el mayor número de gente se les califica como consecuencialistas. Mientras que los que no pensarían en ningún momento en matar a un hombre son llamados deontologistas.
El hecho de que la mayor parte de las personas prefieran este segundo enfoque indica que esas normas morales han sido favorecidas por la selección natural.
Y una de las razones para explicar por qué esa forma de pensamiento es predominante, es debido que las personas con ese punto de vista son vistas como más confiables, según diversos estudios. Además, sus juicios están asociados a emociones como la empatía.En cambio, los consecuencialistas, deben suprimir ese tipo de respuestas, pues no son tan aceptadas por la sociedad.También se ha observado una relación entre el enfoque deontológico y una menor tendencia a hacer daño a los demás o tener rasgos de personalidad antisociales, de acuerdo con estudios como el realizado por Guy Kahane, de la Universidad de Oxford.
En la prueba que realizaron los investigadores la semana pasada, indicaron que mucho tiene que ver con el costo-beneficio de la respuesta. Si por contestar que no matarías a nadie serás más confiable, muchos van a tener esta elección.
El experimento consistió preguntar a más de 2 mil 400 participantes a quién consideraban más digno de confianza. Los que evitaban matar a una persona para salvar a varias eran los preferidos. Incluso, ellos también eran los elegidos cuando se trataba de confiarles dinero. ¡El secreto está en la empatía!
¿Tú qué harías?