La monitora de natación estaba agotada: su enérgico bebé de 5 años, y el recién nacido requieren constantemente de toda la energía que tiene. Durante un segundo, la madre se adormeció. Pero éste segundo tuvo verdaderamente terribles consecuencias.
Fuera de control, el coche se salió de la carretera, cayó por un acantilado de 12 metros y se estrellaron contra un árbol.
Cuando la pequeña Lexi abrió los ojos, sólo tenía algunos rasguños. Escuchó su hermano de 3 meses llorar. Su madre estaba inconsciente, detrás del volante. En la parte inferior de este acantilado, nadie podía ver a la familia – la muerte parecía inminente. Pero entonces la niña de 5 años, hizo algo increíble.
Lexi se arrastró fuera de los restos y subió por la pared del acantilado escarpado y rocoso. Una vez que consiguió llegar a la carretera, paró a un coche para obtener ayuda. Cuando los paramédicos y los bomberos llegaron, necesitaron una cuerda para llegar al coche completamente destruido. Sin embargo, la pequeña escaló el precipicio descalza. La madre y sus hijos fueron evacuados en helicóptero al hospital más cercano.
El bebé Peter tuvo una inflamación en el cerebro y Ángela tenia las piernas rotas, lo que llevó a una hemorragia interna. Afortunadamente, ¡Todos ellos sobrevivieron! Y se lo deben todo a la valiente niña: “Es una locura”, dice Ángela, que se está recuperando lentamente de sus heridas. Es increíble lo que hizo, y estamos eternamente agradecidos y orgullosos de ella.
Sin el rápido ingenio y el valor de esta rubia de 5 años, su madre y su hermano no habrían tenido ninguna posibilidad de sobrevivir.