La tecnología ha calado hondo en nuestras vidas. Es frecuente ver a la gente caminando mientras lee -o escribe- el último mensaje que recibió en el móvil. Pero, poco a poco, eso nos ha ido aislando entre nosotros y, por todo el tiempo que dedicamos a las pantallas, nos estamos perdiendo momentos realmente valiosos que ocurren justo frente a nuestros ojos.
Brandie vive en Lakeside, California, y es madre de dos gemelos de cuatro años: Blaine y Rylie y, en noviembre del 2015, se dio cuenta de cuán absortos estamos en nuestros dispositivos cuando se quedó mirándolos jugar. Tras lo experimentado, no dudó en hacer un llamado a través de sus redes sociales que ya ha sido compartido casi 80 mil veces.
“Hoy hice un experimento, Miré a mis niños jugando. Mientras me senté silenciosamente en el rincón, conté cuántas veces me miraron por varias razones: para ver si esta viendo sus trucos, buscando aprobación o reprobación por lo que estaban haciendo y ver mi reacción”, escribió la madre. No pude evitar pensar qué mensaje habría estado enviando yo si hubiera estado en algún dispositivo”
El conteo de miradas llegó a 28. Ese mismo número fue el que a Brandie tanto le impactó y siguió con el mensaje a los padres del mundo.
“28 veces mis ángeles se habrían preguntado si la internet era más importante que ellos. 28 veces mis niños no habrían recibido la atención que la mayoría de los adultos buscan. 28 veces mis amores se habrían preguntado si estaban emocionalmente solos. 28 veces mis hijos se habrían asegurado que lo que realmente importa es quien eres en la red”
La última reflexión de Brandie lleva consigo lo más importante: la petición que nos hace a todos para cambiar.
“En un mundo donde somos aceptados por cómo nos ve el resto y no cómo somos en realidad, un mundo donde la validación viene de cuántos seguidores o ‘me gusta’ tenemos, un mundo donde el tiempo de calidad con los seres queridos está siendo reemplazado con aislamiento y mensajes de texto desde el otro cuarto, les ruego que sean diferentes“
“La nueva generación de niños cuenta con nosotros para enseñarles cómo ser adultos, no se ocupen mucho de las redes sociales, nunca sabes quién está mirando y qué mensaje estás enviando”, termina la preocupada madre.