Los bebés son más frágiles de lo que pensamos, no pueden arreglárselas por sí mismos como nosotros. A veces algo que parece insignificante puede causarles problemas muy graves. Eso sucedió en este caso. El bebé había quedado en su asiento especial para el coche en una guardería de niños. Los empleados pensaron en que no habría problemas si lo dejaban dormir ahí en lugar de en su cuna correspondiente. Nada parecía incorrecto, sólo estaba descansando un par de minutos. Lo que sucedió después es lamentable, aquí la familia lo cuenta para generar consciencia y evitar que sigan ocurriendo este tipo de tragedias:
Resulta que el asiento de coche puede hacerlos quedar en una “posición de asfixia” que en algunos casos llega a ser fatal.
Quien se ocupaba de los niños volvió después de un rato a ver cómo se encontraba el pequeño. Al darse cuenta de que su rostro estaba azul supo que algo terrible le había ocurrido.
“Pude besarlo en la frente mientras lo llevaban al hospital. Estaba frío. Así que supe lo que nos dirían.
-Derek Dodd-
Derek y Ali, los padres, no pudieron hacer nada para que su hijo Shepard se recuperara. Ellos fueron parte de las estadísticas y lamentan no haber sabido antes sobre estos peligros. Cientos de niños mueren cada año por quedar en posiciones de asfixia o negligencias de ese tipo. Falta que la ciudadanía y también las guarderías, escuelas y salas de cuna aprendan a evitar estos errores.
La familia quedó más devastada al darse cuenta de que la guardería de niños había recibido una notificación reciente sobre peligros de esta clase. A pesar de que el Departamento de Servicios Humanos le advirtió al establecimiento, ellos no tomaron las medidas adecuadas y por eso ocurrió lo que ocurrió.
¿Qué piensas de esto? ¿Conoces algún otro peligro que creas necesario informar?