La responsabilidad de ser padre o madre puede ser muy exigente. ¿Pero imaginas cómo debe ser para una persona que dedica su carrera a la pornografía? Seguramente lo hace aún más difícil. Por eso Aurora Snow, una ex actriz de películas para adultos, decidió escribir como ha sido su experiencia y su escrito ha dado la vuelta al mundo por la dura realidad que reveló.
Keeping Q occupied at the hospital with Blues Clues. Took 3 people to hold him down earlier. pic.twitter.com/Q08ix0QMU4
— Aurora Snow (@MissAuroraSnow) 12 de septiembre de 2015
La mujer escribió un ensayo para el portal The Daily Beast con su experiencia de vida:
“Los padres en el entretenimiento para adultos deben enfrentarse a construir una pared que separe su trabajo de su vida en el hogar. Más secretos, menos conversación. Y los niños tienen muchas preguntas. ¿Cómo le explicas a un inquisitivo chico que el sexo es un acto íntimo, importante, sagrado que se comparte con quien amas y sin embargo para mamá es un trabajo?
Como mamá, nunca sentí que podría explicar la hipocresía de mis sentimientos. Ahora estoy aquí: una estrella porno retirada en una relación amorosa, monógama y con un pequeño hijo. Todavía estoy pensando cómo tener esas conversaciones después en la vida”.
En el artículo, Aurora explica los peligros de trabajar en la industria para adultos y al mismo tiempo ser madre. Aunque su punto hace hincapié en que la sociedad actual necesita disipar el tabú que rodea el trabajo sexual.
Además se refirió al caso de su ex colega Alana Evans, quién pasó 20 años trabajando en pornografía siendo mamá y criando una familia:
“Evans fue prácticamente tratada como una delincuente sexual por una escuela (de sus hijastras). Las ocupaciones no son contagiosas, sin importar cuán moralmente ambiguo es ser un profesional del sexo ciertamente no hace a uno un pedófilo. Sin embargo, estos son sólo algunos de los perturbadores prejuicios que las madres en la industria para adultos deben enfrentar”.
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— Aurora Snow (@MissAuroraSnow) 26 de septiembre de 2015
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— Aurora Snow (@MissAuroraSnow) 8 de mayo de 2015
Cuando los maestros se dieron cuenta del trabajo de Alana Evans se le prohibió entrar a los terrenos de la escuela donde estudiaban sus hijastras. Alana no se vistió de manera inapropiada, ni siquiera usó maquillaje en la escuela. Sin embargo, sólo a causa del trabajo en el que estaba involucrada no se le permitió ver los partidos de los deportes en los que participaba su hijastra.
Así lo confiesa en este video una vez que fue entrevistada por un canal de televisión:
“El hecho de que he usado mi cuerpo para hacer mi vida ha causado que mi hijo tenga más respeto por mí, porque significa que no importa lo que me haga a mí misma, lo haría por él. Llegó a casa y dijo, ‘Ok mamá, me preguntaron en la práctica de fútbol americano si haces porno’ y mi preocupación fue, ‘¿Qué has dicho?’. Y él dijo: ‘Les dije que sí, y nadie tuvo problemas con eso'”.
La lista es mucho más grande. Por ejemplo, Stormy Daniels, otra actriz, regresó al porno después de haber dejado de trabajar por maternidad y describió su situación laboral-familiar de gran manera.
Cuando le preguntaron que le diría a su hijo cuando éste tuviera la edad suficiente para preguntarle a qué se dedica, ella dijo lo siguiente:
“Le diría que su mamá tiene un trabajo que algunas personas no aprueban pero Mami esta orgullosa de él y es para adultos”.
¿Y tú qué opinas al respecto? Yo creo que tener sexo frente a una cámara, actuando, tiene el mismo valor que cualquier otro trabajo. No creo que deberían ser discriminados así.