Hoy te traemos estas 10 increíbles historias acerca de personas que lograron cambiar sus vidas.
Cindy se convirtió en modelo a sus 49 años y empezó su negocio
Un día Cindy decidió no volver a pintar sus canas... y llamó la atención de un agente de Dolce & Gabbana, el cual estaba buscando a una modelo para una sesión fotográfica. Así fue como empezó la carrera de Cindy Joseph. Posó para distintas marcas y luego decidió abrir su negocio: crear cosméticos que mantengan la piel saludable en lugar de prometer un rejuvenecimiento mágico, porque la verdadera belleza está en la habilidad de alegrarse con la vida sin importar la edad.
Este tatuador de Moscú venció el cáncer
Hace un poco más de un año, en Instagram apareció la página @rinat_vs_lymphoma del tatuador de Moscú, Rinat Karimov. Se llamaba «Blog fotofráfico acerca de cómo me enfermé de linfoma y cómo le pateé el trasero. En vivo». 51 semanas luchó Rinat contra la enfermedad temible y hace algunos meses informó a sus 79 mil seguidores que ganó la batalla.
Esta pareja joven bajó de peso a tal grado que ahora nadie los reconoce
La joven pareja de Justin y Lauren Shelton vivían felizmente y estaban a gusto con todo, incluso con su peso que sumando a ambos ¡llegaba a 340 kilos! Su vida cambió cuando Justin terminó en un hospital con una infección de riñones. Necesitaba una ayuda inmediata, pero los especialistas no podían someterlo al tratamiento necesario porque simplemente no cabía en la máquina para diagnosticar los riñones. Esto puso a la pareja a pensar y tomaron una decisión correcta: ¡adelgazar! En el primer año y medio Justin perdió 45 kilos. Como resultado, logró bajar 175 kilos, mientras Lauren, 78.
Una autoestopista de la tercera edad
Al jubilarse a sus 55 años, Sania Gagitova decidió que quería viajar. Salió a una carretera, levantó el dedo gordo y así fue como empezó su historia. Viajó por más de 40 países. Para siempre estar dispuesta a ayudarle al conductor, Sania terminó sus cursos de conducción. «Los médicos me encontraron un montón de enfermedades -admite ella-, incluso me proponían aplicar a la pensión por incapacidad. ¡Pero no soy ninguna discapacitada, viajo por el mundo!».
El dinero no puede comprar la felicidad
En mayo de 1996, Heidemarie, una mujer exitosa y adinerada, donó todo su dinero, regaló todas sus pertenencias a los necesitados solo quedándose con una maleta con lo más indispensable, y se prometió a sí misma que viviría un año sin recurrir al dinero. Al principio, a cambio de tener un techo para dormir y algo para comer, ella lavaba ventanas, paseaba perros y limpiaba las casas. Ahora Heidemarie Schwermer tiene 70 años, no lava ventanas sino que da consultas y conferencias acerca de cómo vivir sin bienes materiales. Al principio, planeaba vivir sin dinero un año, pero la nueva vida le pareció tan atractiva que decidió ya no regresar a la vida anterior.
Esta mujer empezó su carrera deportiva a los 60 años
Cuando Evgeniya Stepanova cumplió 60, decidió que para ser feliz solo le faltaba una cosa: empezar la carrera de deportista profesional. Escogió los clavados y empezó a entrenarse para una competencia internacional. Su familia no apoyaba su iniciativa, pero su nieta Katia ayudó a su abuela y empezó a intercambiar correos electrónicos con los patrocinadores. En tan solo una temporada, Evgeniya practicó todos los clavados necesarios, y se decidió a viajar al campeonato de Europa en Austria... ¡y ganó!
Sheri Schmelzer empezó su negocio como una diversión
Sheri Schmelzer, de 40 años, era madre de tres hijos cuando se le ocurrió encontrarle a ella misma y a sus niños alguna diversión nueva. Al fijarse en los Crocks de varios miembros de la familia, Sheri se armó de pegamento y diamantes de imitación y otro tipo de adornos, y empezó a tapar esos huecos creando diseños más complicados. Su marido le dio la idea a Sher de crear su página web: así en 2005 apareció su empresa Jibbitz. Para agosto de 2006 las ventas de los accesorios para Crocks alcanzaron 2,2 millones de dólares. En un año y medio de su existencia, el negocio creció considerablemente y la empresa fabricante de Crocks compró Jibbitz en 10 millones de dólares.
Esta chica lo dejó todo para ser rescatista
Para vivir feliz, Oksana dejó el negocio familiar, su carrera de abogada y se convirtió en la única mujer rescatista sobre el agua en el Servicio Federal de Rescate en Moscú. Todo empezó con las clases en la escuela de especialistas en acrobacia, donde Oksana practicaba paracaidismo, alpinismo, tiro al blanco, equitación y motocross. El alpinismo lo enseñaban los mismos chicos del SFR, y así fue como se inspiró para dedicarse a rescatar vidas.
Tatiana cambió su cuerpo y, luego, su vida
Cuando Tatiana Rybakova tenía 14 años, pesaba más de 100 kilos, y su soprepeso daba lugar a muchas burlas e insultos por parte de sus compañeros. Ahora la chica tiene 24 años y pesa 50-51 kilos. Por supuesto, su vida no cambió en un día, pero en el primer año ella dio un gran paso rumbo a esta nueva vida. Ahora es una hermosa y activa chica, bloguera y autora de un libro. Da consultas y lleva un canal de video dedicado al estilo de vida sano.
Julia convirtió viajes en su negocio
Aproximadamente hasta los 27 años, Julia Savitskaya era una niña ordinaria, un poco obsesionada con la moda: las marcas y los diseñadores la volvían loca. Trabajaba en Dior, viajaba a París por cuestiones de trabajo y vivía una vida de ensueño para muchas chicas. Luego se acordó de sus sueños, se compró una mochila y viajó a Nepal. En Katmandú conoció a su futuro novio. Ahora viven y viajan juntos, fundaron la compañía Girls in travel y organizan viajes.