En Sonrie Para Vivir Mejor te traemos aquellos alimentos sobre los cuales hemos estado equivocados toda la vida, porque su origen es muy diferente al que pensamos, ¿conocías su verdadero inicio?
Patatas a la francesa
Las patatas a la francesa, como son conocidas en Latinoamérica y Estados Unidos (french fries), tienen un origen bastante discutido. Los belgas las consideran plato tradicional, tanto así que en 2014 pidieron a la Unesco reconocerlas como Patrimonio Cultural Inmaterial. Mientras que el término «francesas» se empleó por primera vez en Norteamérica alrededor de 1785 en un restaurante que puso aquel nombre a las patatas fritas que tanto le gustaban al que en aquella época había sido embajador en Francia. Sea como sea y para evitar confusiones, mejor referirnos a ellas como patatas fritas.
Tortilla española
La tortilla española es uno de los mayores orgullos gastronómicos de los españoles, especialmente porque al parecer su difusión se dio gracias a lo sencillo que es prepararla, esto ayudó a alimentar al pueblo durante las guerras carlistas. Sin embargo, no hay que olvidar que las patatas no existían en España hasta antes de la conquista, pues su origen se remonta a los Incas que la llamaban papa en quechua.
Tortilla francesa
La tortilla francesa u omelette originalmente se llamaba tortilla cartuja, ya que se cree que se inventó en el Monasterio de los Cartujos de las Cuevas de Sevilla. El cambio de nombre es incierto pero tal parece que durante la Guerra de la Independencia, en 1810, con el acoso de los franceses faltaban muchos víveres como las patatas, por lo cual las tortillas solo se hacían con huevos y quedaban delgadas y estiradas, de manera que a modo despectivo las llamaron tortillas francesas.
Salsa holandesa
Espárragos con salsa holandesa, patatas con salsa holandesa, la encuentras en cualquier restaurante de Amsterdam o incluso en Bélgica también la hay. Es tan deliciosa que la comeríamos hasta en el desayuno y, sin embargo, no es holandesa. Creada por el maestro de cocina francés Marie-Antoine Carème, se denominó holandesa porque su preparación utilizaba mantequilla de este país.
Ensalada rusa
La ensalada rusa es otro ejemplo más de la creatividad francesa en la gastronomía. Su creador fue un chef francés afincado en Moscú de apellido Olivier, por lo cual también se le conoció como Ensalada Olivier. Fue tal el éxito de la ensalada, que muchos restaurantes intentaron replicar la receta sin mucho éxito y Olivier se llevó la receta original a la tumba, pero después de su muerte, la versión no tan exitosa que le intentaron copiar se comercializó a tal punto que hoy es el plato nacional ruso de la comida de Año Nuevo.
Hamburguesa
La hamburguesa es la madre de las comidas rápidas y normalmente se asocia con la cultura y consumismo norteamericano. Sin embargo, su nombre nos ofrece más pistas acerca de su origen. En el siglo XIX los inmigrantes alemanes introdujeron en Estados Unidos el filete de carne al estilo Hamburgo, que consistía en un filete de carne picada con pan rallado.
Espagueti
El espagueti, conocido como el plato insignia de la comida italiana, al parecer tuvo su origen en China y fue Marco Polo en el siglo XIII quien la introdujo en Italia. Aunque también se habla de su origen en la civilización etrusca donde al parecer la elaboraban machacando o triturando diversos cereales y granos mezclados con agua, que luego cocían.