Debes ver estos 4 Secretos Japoneses para estar en forma

Debes ver estos 4 Secretos Japoneses para estar en forma

Cuando vine a Tokio, tenía 20 kilos de sobrepeso. Compartí mis preocupaciones al respecto con una vecina japonesa, y ella me dijo: «Toma un baño caliente, te ayudará». «¿Un baño caliente? ¿Qué tiene que ver con la pérdida de peso?». Definitivamente ella sabía algo que yo no.
Hacía dietas soñando con alcanzar la perfección y seriamente creía que no me salía bien porque no me esforzaba lo suficiente. Me atormentaba con entrenamientos agotadores 2 horas al día. Intenté dejar de comer dulce, pero cada vez que me hartaba del deporte y perdía motivación, volvía a comer pastelillos. Sin embargo, el cambio de actitud hacia mi cuerpo me ayudó a perder 30 kilos sin esfuerzo alguno. Fue un «efecto colateral» de mi nuevo estilo de vida, no fue el objetivo.
Creo que les prestamos demasiada atención a las proteínas, carbohidratos, calorías y hacemos caso omiso a lo fundamental: nuestro cuerpo de forma natural busca ser saludable, solo tenemos que escucharlo. Si constantemente buscas resultados olímpicos, es imposible.
Desde aquella conversación con mi vecina pasaron 7 años. Ahora les ayudo a las personas a ser saludables usando los logros de la ciencia occidental y la sabiduría oriental. Las siguientes 4 cosas son fundamentales para aquellos que quieren lucir y sentirse bien a la vez.
1. Si te entrenas como un luchador de sumo, lucirás como uno.
Cuando lo entendí, respiré más tranquila: me sobreesforzaba entrenando. Los luchadores de sumo omiten el desayuno, cambiándolo por entrenamientos de fuerza, luego comen porciones grandes a la hora de la cena y toman una siesta. Después se despiertan y repiten el ciclo.
Me entrenaba como loca y me convertía en una verdadera depredadora. No importaba lo saludable que fuera mi comida, las porciones eran demasiado grandes. Inconscientemente comía más de lo que necesitaba. Después de un entrenamiento duro y una cena deliciosa quería dormir. Como resultado, entrenaba músculos sobre los cuales crecía una capa de grasa.
Otra desventaja de los entrenamientos excesivos es la hiperventilación. Una respiración tranquila envía señales al organismo de que todo está bien y el cuerpo se concentra en consumir grasa para obtener energía. Sin embargo, en cuanto el cuerpo entra en estado de estrés, la respiración se agita y el cerebro envía señales de que necesita recibir una gran dosis de energía que, sobre todo, está contenida en lo dulce. ¿Recuerdas aquellos momentos en los que después de un entrenamiento te dan ganas de comer tanto que estarías dispuesto a devorarte un pastel entero? Es la señal de que te pasaste con los entrenamientos.
2. El calor es la vida.
El concepto de energía de alimentos es muy popular entre los dietólogos occidentales. Está basado en el principio oriental: el calor es la vida. La comida es la energía que consumimos para vivir. Los alimentos cosechados en épocas de calor ayudan al organismo a adaptarse a ese clima, lo enfrían. Mientras que las frutas y verduras contienen más calorías para que en épocas frías nuestros cuerpos mantengan la mayor cantidad de energía posible.
Muchos dietólogos aconsejan consumir frutas y verduras frescas y muchas hierbas aromáticas. Sin duda, es saludable, pero una cantidad grande de alimentos crudos enfría el organismo, lo cual te provoca más hambre porque el cuerpo tiende a calentarse. Es decir, comes pero quieres comer aún más.
Las verduras se deben comer pero no olvides que también puedes freírlas, cocerlas o asarlas. Tal vez pierdan una parte de vitaminas pero tendrán más calor y, por lo tanto, más energía para tu cuerpo.
3. Beber a la hora de comer no es recomendable.
En Japón jamás beben mientras comen: en primer lugar, porque las bebidas enfrían el cuerpo. Y en segundo lugar, porque influyen mal en la digestión. Los científicos lo explican así: el agua neutraliza el ácido que produce el estómago para la digestión, como resultado, el organismo gasta más energía en este proceso y próximamente tendrás hambre otra vez.
Puedes llenar tu organismo con líquido con la misma comida: por ejemplo, existen caldos tibios que los japoneses adoran. O, al menos, no consumas lo que te deshidrata: café y cigarrillos.
4. Un baño caliente prolonga la vida.
¿Has notado lo descansado que sientes tu cuerpo después de un baño caliente? Los músculos se relajan, la sangre empieza a circular más rápido. Si te acostumbras a tomar un baño caliente más de 2 veces al mes, purificarás tu piel y mejorarás tu digestión.
Los japoneses llenan las bañeras hasta el nivel del corazón: con un nivel mayor de agua, subirá tu presión, lo cual no es saludable. La temperatura del agua también es importante: 38-40°С es la temperatura perfecta para mejorar la circulación sanguínea.
Estamos acostumbrados a que bajar de peso significa lidiar con calorías, por eso a mucha gente estos consejos pueden parecerles extraños. Sin embargo, mira a los japoneses: toda una nación que luce saludable incluso en su vejez. Tal vez no deberíamos buscar nuevos caminos sino unirnos a aquello que hacen estas personas que saben vivir en armonía, ¿no crees?

Autora: Katheryn Gronauer
Traducción y adaptación: Sonrie Para Vivir Mejor

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