Con los niños hay que tener mucho cuidado, ellos no son conscientes de los riesgos y eso puede desencadenar serios problemas. Una niña de 3 años estuvo a punto de morir luego de sumergirse en una piscina. Afortunadamente, su hermano vio que estaba mal y la ayudó a recomponerse.
La menor parecía haberse mejorado, sin embargo, minutos después comenzó a actuar raro y decía querer irse a dormir. Entonces un familiar, entendido en temas de salud, supo lo que le estaba ocurriendo. La pequeña Lizzie estaba sufriendo un ahogo secundario, algo no tan conocido pero que puede ser fatal si no se actúa rápido. Mira el video para informarte más y así proteger a tus seres queridos:
Su hermano de 13 años, llamado Sam, salvó a la pequeña cuando cayó al agua. Él estaba muy asustado, pero supo exactamente qué hacer para salvarla.
“Ella tenía la cara gris y los labios azules. Escupía agua y esas cosas. No sabía lo que estaba ocurriendo. Estaba muy asustado”.
-Sam-
Después de que su hermano la reanimó, Lizzie se recuperó y pudo volver a estar de pie. Sin embargo, la pequeña estaba aletargada y decía que sólo quería ir a dormir. Por suerte, uno de los familiares dijo que no la dejaran dormir.
“Uno de los miembros de la familia se acercó y me dijo: ‘No deje que el bebé vaya a dormir’. Y dije: ‘Bueno, ¿por qué no? ‘. Y ella dijo: ‘Porque ella no volvería a despertar'”.
-la madre de Lizzie-
Lizzie estaba sufriendo un ahogo secundario, algo sumamente peligroso que podría haberle causado la muerte. Los pulmones estaban siendo afectados y si no hubiera recibido ayuda, la pequeña quizás no estaría junto a su familia hoy.¿Tienes más información de esto?