Jesse y Nick Faris habían esperado por más de un año un llamado que no estaban seguros si iba a llegar. Pero el 24 de febrero de 2016 lo recibieron. Su hija de 2 años, Brooklyn, a quien adoptaron desde China un año antes, finalmente era primera prioridad para un transplante de higado en un hospital para niños de la ciudad de Chicago. Su hija tiene el Síndrome de Alagille, un desorden genético que afecta al hígado y que impide que este elimine los desechos del torrente sanguíneo por eso el transplante era clave para su supervivencia.
Pero a pesar de la felicidad que tenían los Faris algo sucedió que no estaba en los planes de nadie. No podían viajar desde Memphis, su ciudad de residencia, a Chicago en avión pues una tormenta de nieve estaba afectando a toda la zona y esto impedía que pudieran llevar a su hija al hospital al día siguiente a las 10 am. para la urgente operación.
Pensaron en usar otros medios de transporte pero el tiempo apremiaba y eran más de 800 kilómetros de viaje.
“Pensamos ir en auto o tomar el tren pero estábamos preocupados de no poder llegar a tiempo. Un vuelo charter hubiera costado 10 mil dólares y no podíamos costearlo financieramente”.
-Jesse Faris a la revista US Week-
En ese momento de desesperación, John Carrol, un amigo de la familia decidió llamar al Hospital para Niños St. Jude de Memphis para ver si podían hacer algo en esta situación de vida o muerte. Y sirvió. Desde el hospital contactaron a la empresa de mensajería FedEx y les explicaron la situación.
La empresa no perdió el tiempo y le pidieron a la familia Faris que estuvieran en el aeropuerto en treinta minutos.
“Llamaron y preguntaron si podíamos llegar al aeropuerto en 30 minutos, nos podían llevar en un jet corporativo de la empresa sin ningún costo. Nos apresuramos en llegar y conocimos a dos pilotos muy simpáticos. Se mostraron muy preocupados por nuestra comodidad y la de Brookyln”.