Kate conoció a Singe cuando tenía solamente 14 años. La pareja es de Inglaterra, ellos crecieron juntos, se enamoraron y se volvieron totalmente inseparables. Juntos viajaron por el mundo, coleccionaron aventuras y sobre todo comenzaron una familia. Para el 2004, su hijo Reef fue diagnosticado con un extraño caso de cáncer y todo esto pasó mientras que la mujer estaba embarazada con su segundo hijo, Finn. El desenlace de esta historia es inimaginable.
Cuando Kate y Singe decidieron tener una familia juntos, prometieron heredarles los mejores modales y valores a sus hijos. Después de que el pequeño Reef fuera diagnosticado con cáncer, pasó el tratamiento y quedó libre de la enfermedad. Pero, desgraciadamente quien cayó enferma fue su madre.
A Kate le diagnosticaron cáncer de mama, cuando su mayor hijo sólo tenía 4 años. Determinada a sobrevivir la mujer pasó por muchas sesiones de dura quimioterapia, pero el cáncer nunca se desvaneció.
Dos días después de que Kate supiera que su cáncer sería terminal, decidió pedirle a su esposo que apenas ella muriera, él llevara a sus hijos a su playa favorita. Después le dijo que les llevara sus galletas preferidas y así comenzó una lista larga de deseos para sus pequeños.
Así, Kate decidió escribir “la lista de mamá”, una serie de 100 deseos que su esposo tendría que cumplirle a sus hijos a pedido de ella. Cuando murió en el 2010 a los 38 años de edad, Singe y sus dos hijos Reef y Finn comenzaron la promesa que le habían hecho a la mujer de su vida.