Fumar durante el embarazo tiene numerosos efectos negativos sobre el bebé: aumenta el riesgo de un parto prematuro hasta en un 25%, se vincula a defectos de nacimiento, aumenta el riesgo de que el niño desarrolle asma y puede disminuir el crecimiento normal del pequeño, lo que lleva a bebés más pequeños de lo normal. ¿Hace falta aclarar que no es algo bueno para la madre ni el bebé?
Por todos esos efectos negativos, cuesta creer que hay jóvenes madres que comienzan a fumar durante el embarazo.
Sí, así como suena: no son fumadoras, pero cuando se enteran de que están esperando un hijo deciden comenzar.
Esta tendencia, expuesta por un estudio de la Australian National University, respondería al deseo de las mamás de tener hijos más pequeños y así tener un parto “menos doloroso”.La investigación fue realizada por la profesora Simone Dennis, quien se mostró impresionada por descubrir la conducta.
“(Las mujeres que practican la tendencia) leyeron en un paquete de cigarrillos que fumar puede reducir el peso del bebé, obviamente esta no es la forma en que el mensaje de salud debe ser interpretado”.
-Simone Dennis, al New Zealand Herald-
Simone detalla que las jóvenes que comienzan a fumar para evitar tener hijos de gran tamaño son primordialmente madres adolescentes que temen al momento del parto.
“Están asustadas porque son pequeñas. Lo peor que podría pasarles sería tener un bebé enorme (…) algunas fumaban más fuerte, esperando que la advertencia del paquete se hiciese realidad”.
-Simone Dennis-
Si bien las estadísticas respecto a mujeres que fuman durante el embarazo indican que se trata de un porcentaje menor, los médicos creen que la cifra es mayor y que las mamás no admiten su conducta para no ser mal vistas.Por ejemplo, un estudio en Ohio, Estados Unidos, comparó la información que entregaron más de 700 mujeres que dieron a luz en uno de los hospitales locales durante 2014 y 2015.