Las apariencias engañan, eso está claro. A veces vemos cosas y nos convencemos de que en ellas no hay más que apreciar. Sin embargo, ocurre mucho que lo que está justo frente a nuestros ojos no es exactamente lo que nosotros creemos. Por ejemplo, la foto de este chica posando frente a la cámara. Lo que se nota, a simple vista, es una chica mordiéndose la punta del dedo índice en un acto provocador. Ella se ve sensual e incluso atractiva. No obstante, hay algo en la imagen que es incorrecto. Algo curioso que, de ser percatado en primera instancia, causa mucha extrañeza.
Las apariencias engañan, eso está claro. A veces vemos cosas y nos convencemos de que en ellas no hay más que apreciar. Sin embargo, ocurre mucho que lo que está justo frente a nuestros ojos no es exactamente lo que nosotros creemos. Por ejemplo, la foto de este chica posando frente a la cámara. Lo que se nota, a simple vista, es una chica mordiéndose la punta del dedo índice en un acto provocador. Ella se ve sensual e incluso atractiva. No obstante, hay algo en la imagen que es incorrecto. Algo curioso que, de ser percatado en primera instancia, causa mucha extrañeza.