¡Rápido! Estabas tranquilamente echado en tu cama cuando esa persona a quien invitaste a tu casa súbitamente te dice que sí, que va en camino. Maldita sea, ¿por qué tuviste ese ataque de sociabilidad y lo invitaste a comer a tu casa? Ahora tienes que lidiar con las consecuencias y tener algo medianamente digno que ofrecerlo. Aquí tenemos tu solución:
Tomates al horno con queso gratinado y orégano. ¡Y además de sabrosos, son sanos!
Esta receta fue publicada en la página de la revista Eating Well, y destaca porque es fácil, rápida y barata.Además, necesitas pocos ingredientes:
- tomates grandes
- queso rallado (puede ser parmesano, manchego o emmental).
- orégano
- sal
- pimienta
- aceite de oliva
Primero corta los tomates por la mitad y ponlos sobre una bandeja para el horno.
Cubre los tomates con queso rallado, pimienta y sal.
Al final pon el orégano y pon aceite de oliva sobre los tomates y ponlos en el horno a 200ºC durante 15 minutos.
Recuerda chequear cada cierto rato para asegurarte de que no se quemen.
Cuando los saques estarán listos y olerán exquisito:
Además de comerlos por sí solos como bocadillos, también los puedes usar para acompañar la carne o el pescado.