Uno de los símbolos de crecimiento definitivo es el cambio de los dientes de leche por sus sucesores permanentes. Esta transición suele vincularse con todo tipo de rituales, desde el intercambio de dinero dejado por el imaginario ratón Perez hasta la confección de piezas de joyería con alguno de los dientes… pero no siempre se tiene la precaución de preservar las partes de esta dentadura primaria. Aunque, según expertos, deberían conservarse.
Un estudio hecho en 2003 señaló que estos dientes son una fuente importante de células madre.
Así que si un paciente necesita que alguno de sus tejidos sea remplazado, las células madre presentes en sus dientes de leche podrán ser usadas con este fin.
De manera que un diente podría salvar la vida de quien solía tenerlo en su boca.