No importa la razón, en algún momento muchas parejas acuden al uso de una prueba de embarazo. Sin embargo, es posible que existan varias dudas al respecto. Estos son algunos datos clave que la revista Cosmopolitan ha recopilado para acabar con mitos falsos y explicar unas cuantas verdades sobre las pruebas de embarazo.
1. Pueden expirar.
Revisa la fecha en el empaque. Esto aplica para alimentos perecederos, condones y pruebas de embarazo.
2. De ninguna manera indican el género del bebé.
3. Tienen un margen de error del 3%.
Casi siempre su resultado es confiable, salvo contadas excepciones de “falsos positivos” que se relacionan con el consumo de medicamentos (tranquilizantes, anticonvulsivos o medicamentos para la fertilidad). En algunos casos el resultado positivo es consecuencia de lo que se conoce como “embarazo químico”, cuando el período se retrasa porque, en efecto el óvulo ha sido fecundado pero no es implantado.
4. Un resultado negativo no siempre indica que no hay un embarazo.
Puede ocurrir cuando se hace la prueba antes de tiempo. Se recomienda hacerlo el primer día de retraso o al menos 21 días después de haber tenido sexo sin protección en el caso de ciclos irregulares.
5. Es más aconsejable hacer la prueba en la mañana.
Estas pruebas se basan en la medición de la gonadotropina coriónica humanam, una hormona producida durante el embarazo cuya concentración es mayor en la orina a primera hora.
6. Pagar más no hace la diferencia.
El resultado es el resultado, aunque pagues más por la prueba.