- «La pureza de las manos»: no tomar nada en exceso. Tampoco tomes las cosas ajenas, porque si el dinero no estaba destinado para ti y lo conseguiste mediante un engaño o truco, se convertirá en una causa de aparición de problemas tanto en tu cuerpo como en tu vida. Recuerda compartir una parte de tu ingreso con aquellos que lo necesitan.
- «La pureza de los oídos»: no escuches a las personas asustadas, enojadas o apresuradas, también cuida tus oídos del chisme, groserías y conversaciones sin sentido.
- «La pureza de los ojos»: no ensucies tu vista con envidias y deseos de tener lo que tiene el otro, no ensucies tus ojos observando escenas de violencia y crueldad. Mantén tu vista pura, disfrutando de la perfección del mundo y de la magnitud de todos sus colores.
- «La pureza de la boca»: cuida tu boca de groserías y malas palabras. Recuerda que callar es oro.
- «La pureza del cuerpo y de la ropa»: mantén tu cuerpo y ropa limpia. Presta mucha atención a tu aspecto físico.
- «La pureza de los pensamientos»: elimina de tu cabeza los pensamientos negativos y malas intenciones. Esto también significa no sentir lástima de ti mismo. ¿Para qué hacerlo? ¿No sería mejor animarte a lograr nuevos éxitos?
- «La pureza del alma y el corazón»: cuida y protege tus deseos del alma, no los ignores. Tu alma es lo más puro y limpio que tienes. Si te guías en tu vida con las pistas que te da el alma, habrás caminado el mejor camino de todos. Ama y no exijas nada a cambio. El amor en sí es la felicidad.
Material del libro «Visual Culture in the Modern Middle East» Christiane Gruber and Sune Haugbolle