1. Sé concreto y específico
Cuando te planteas un objetivo, intenta ser lo más específico posible. Saber exactamente lo que quieres conseguir te mantiene motivado hasta que lo consigas. Ser claro y preciso no deja espacio para dudar en lo que tienes que hacer y si realmente lo has hecho.
2. No pierdas oportunidades para actuar
Conseguir una meta significa aprovechar cada oportunidad. Para ello, prevé cuándo y dónde desarrollarás cada actividad. Este tipo de planificación te ayudará a aprovechar cada oportunidad que surja, incrementando las posibilidades de éxito un 300%.
3. Conoce exactamente cuánto camino queda
Conseguir cualquier meta requiere una evaluación continua y honesta de tu progreso. Si no sabes cómo lo estás haciendo, no puedes ajustar tu comportamiento o tus estrategias. Evalúa tus avances con frecuencia semanal o diaria, dependiendo de tu meta.
4. Sé optimista y realista
Confiar en tu habilidad para tener éxito es muy útil para mantener tu motivación. Pero no subestimes lo difícil que puede ser conseguir lo que te has propuesto. Pensar que las cosas se consiguen sin esfuerzo aumenta las probabilidades de fracaso. El mejor pensamiento positivo es el comportamiento positivo.
5. Concéntrate en mejorar, más que en ser bueno
Debes centrarte en desarrollar y adquirir nuevas habilidades. Las personas cuyos objetivos son mejorar, más que ser bueno, toman las dificultades con calma y aprecian el camino más que el hecho de llegar al destino.
6. Ten agallas
Debes tener la voluntad de comprometerte con objetivos a largo plazo, y persistir ante la dificultad. El esfuerzo, la planificación, la persistencia y las buenas estrategias es lo que realmente te lleva al éxito.
7. Trabaja tu fuerza de voluntad como un músculo
Asume un reto. Comienza sólo con una actividad, y elabora un plan de respuesta para cuando comiences a encontrar algún problema. Será difícil al principio, pero cada vez será más facil. A medida que tu fuerza sea mayor, podrás ir incorporando más metas.
8. No tientes tu suerte
Tu fuerza de voluntad es limitada y si la sobrecargas puedes llegar a agotarla. No te propongas dos metas de una vez. Y no te pongas en peligro, las personas exitosas saben que no deben convertir una meta en algo más difícil de lo que por sí sola ya puede ser.
9. Céntrate en lo que harás y no en lo que no harás
Planifica cómo vas a reemplazar malos hábitos por buenos, más que centrarte sólo en lo negativo. Investigaciones han mostrado que intentar evitar un pensamiento hace que esté más presente, e intentar no tener un mal hábito puede fortalecerlo más que romperlo.
Fuente del material Yo Oriento