En todo el tiempo que estuvo en tratamiento, la chica se dedicó a estudiar todas las posibilidades para no morir. Se le acaba el tiempo y descubrió la criogenia, un proceso que mantiene a los cuerpos a temperaturas bajo cero, es decir, un sistema de congelación. Como era muy joven, la decisión pasó a manos de sus padres, quienes se vieron involucrados en un verdadero dilema.
La muchacha se encontraba en la etapa terminal y, tres semanas antes de su muerte, pidió al juez que la congelaran y despertaran cuando encontraran la cura para el cáncer.
La petición llegó hasta el Tribunal Superior de Inglaterra, debido a la disputa generada entre los papás divorciados de la menor.
En torno a la decisión final, había muchas cosas que se debían tomar en cuenta. Una de ellas era que aunque despertara, por ejemplo, en 200 años, no habría ninguna persona cercana a ella y no podría recordar nada de su pasado, de acuerdo a lo argumentado por su padre, a quien no había visto en 8 años.El juez Juez Jackson, determinó que se cumpliría el deseo de la pequeña de ser congelada hoy y que la despertaran cuando encontraran la cura para el cáncer.
Esto significa un caso legal histórico, en el que una menor de edad rogó ser congelada, pese a todas las negaciones sociales y familiares. El caso lo ganó y hoy es parte del pequeño número de personas congelados a -196ºC con la esperanza de volver a vivir algún día.