Hoy Sonrie Para Vivir Mejor publica la historia de una magnífica persona que no solo decidió ayudarles a los más necesitados económicamente sino también regresarles la fe y esperanza en sí mismos.
Durante muchos años Jake Austin ha ayudado a los indigentes de la Ciudad de San Luis (estado de Misouri, Estados Unidos). Empezó entregando jabones, champús y otros utensilios de aseo personal a las organizaciones que ayudan a los necesitados. Sin embargo, pronto se dio cuenta de que el problema de la higiene no se solucionaba porque los indigentes no tenían un lugar en el que pudieran usar un jabón.
Entonces Austin compró un camión de segunda mano en 5000 USD, y también recibió apoyo adicional a través de la empresa GoFundMe. Renovó el interior y creó una ducha móvil que cuenta con dos cabinas separadas, lavamanos y espejos. Para tener agua, el camión se conecta a los hidrantes de incendio, y para la calefacción utiliza un generador externo. De esta forma, puede viajar fácilmente por toda la ciudad regalando a todos los necesitados una ducha caliente, un rasurado cómodo y simplemente un placer estético.
Estamos acostumbrados a vivir con todas las comodidades, por lo cual no nos damos cuenta de qué tan importante es una ducha en nuestras vidas. Es una sensación de comodidad, es la purificación de todo aquello que nos agobia y preocupa. Y, al fin, es una oportunidad de encontrar un trabajo porque si estás limpio y arreglado, no te correrán y te atenderán como a una persona común.
Austin admite que se inspiró en un proyecto de higiene que decía que «cumplir con las reglas de higiene propicia una mejor salud, da esperanza y les devuelve la dignidad a aquellos que, tal vez, la han perdido».
Es un maravilloso ejemplo de cómo se puede ayudar a la gente e inspirarla a empezar todo desde cero.