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Para los problemas complejos no hay nada más efectivo que pensar con simpleza

Parece ser que la inteligencia no tiene que ver con quién piensa más, sino con quién piensa menos. Las soluciones rebuscadas son tal vez un síntoma de un pensamiento clásico, de una deducción básica, elemental. Todos tenemos acceso a los manuales y parece ser que buscamos, fervientemente, soluciones de manual constantemente. Pasos, procedimientos, etc…

Por otro lado pensamos que el esfuerzo es lineal con el resultado. Mientras más me esfuerzo, mayor resultado obtengo. Y ésto no necesariamente es así, al menos no es así en las soluciones. Cuánto más me esfuerzo más me canso; cuánto más me esfuerzo más me agobio; cuánto más me esfuerzo más compleja es la solución…

Para los problemas complejos no hay nada más efectivo que pensar con simpleza, que utilizar el instinto, que pensar…que pensar? justamente, tratar de no pensar… algo así como crear sin pensar. Dejar que fluya… imaginar… no pensar, sin forzar, la solución creativa y simple, viene sola.
Un ejemplo de este concepto de no pensar, es lo que le pasó a éste niño:

¿Ahora me entienden? La solución es mucho más simple, clara… y solo “no pensando” la vamos a encontrar. Ojo, no todos los problemas son así, pero la mayoría.

Háganme caso, no piensen tanto y serán mucho más creativos 😉

Estos personajes nos demuestran que en la vida no hay Nada imposible

Ludwig van Beethoven, Albert Einstein, Miguel de Cervantes Saavedra… escuchamos estos nombres desde la infancia. Pero pocos conocen las dificultades que pasaron en la vida. Lograron tener éxito gracias a su fuerza de voluntad.

Sonrie Para Vivir Mejor comparte las historias de estos personajes que le demostraron al mundo que para aquellos que creen en sí mismos no existe barrera alguna.

Marlee Matlin


A la edad de tan solo un año y medio, Marlee quedó sorda. El lema de su vida es «Lo único que no sé hacer es oír». En la infancia, a pesar de los consejos de los doctores, sus padres la inscribieron en una escuela común (en lugar de un establecimiento especial para niños con deficiencia auditiva), y con ayuda de programas especiales con el tiempo se adaptó. Gracias a esto, ha tenido una vida normal, se convirtió en actriz e incluso obtuvo un premio Óscar. Marlee a menudo dice: «Hago todo para que la gente entienda lo que me enseñaron mis padres: que los sordos no solo merecen respeto sino también ser escuchados».

Nick Vujicic


«No necesito piernas ni brazos. Necesito la vida. ¡Y no rendirme jamás!», este lema le ayudó a convertirse en uno de los oradores motivacionales más famosos, graduarse de una escuela de economía, casarse y tener dos hijos. Nick heredó la fuerza de voluntad de su madre. En una de las entrevistas dijo que sus palabras determinaron toda su vida: «Nick -decía ella-, debes jugar con niños normales porque eres normal. Sí, te falta algo pero eso no importa».

Escribe libros, canta, practica surfismo y juega golf. A menudo viaja por el mundo dando conferencias motivacionales para ayudarles a los jóvenes a encontrar el sentido de la vida, realizar y desarrollar sus habilidades y talentos.

Stephen Hawking


En la universidad, Stephen empezó a mostrar síntomas de esclerosis lateral amiotrófica. La enfermedad avanzaba, al cabo de algunos años quedó totalmente inmóvil, y después de una cirugía en la garganta perdió la habilidad de hablar. Sin embargo, esto no le impidió casarse 2 veces, educar a tres hijos y ser uno de los científicos más reconocidos de la actualidad.

Ahora es uno de los físicos teóricos mas influyentes. Según él, logró tener éxito en gran medida gracias a su padecimiento: «Antes la vida me parecía aburrida. Ahora definitivamente soy más feliz. La perspectiva de morir joven me hizo entender que la vida vale la pena. ¡Hay tantas cosas que se pueden hacer!»

Frida Kahlo

Frida Kahlo, la formidable artista mexicana que se volvió famosa gracias a sus extraordinarias pinturas. A la edad de 6 años se enfermó de poliomielitis, debido a ese padecimiento una de sus piernas se volvió más delgada que la otra. En ese momento empezó a formarse su personalidad determinada. Para superar las burlas de sus compañeros, la niña empezó a practicar natación, bailes, fútbol y boxeo.

En la edad adolescente Frida tuvo un accidente automovilístico, por lo cual sufrió fuertes dolores en la columna vertebral por el resto de su vida. Después del accidente, la joven pasó varios meses en cama. En ese tiempo pintaba cuadros, en su mayoría, autorretratos. Ahora las obras de Frida Kahlo cuestan millones de dólares.

Ray Charles

Ray Charles, el legendario músico estadounidense que ganó 12 premios Grammy. En la infancia empezó a perder la vista y para los 7 años quedó completamente ciego. Cuando Ray tenía 15 años, su madre falleció. Durante muchos días el joven no podía dormir, comer ni hablar. Estaba seguro de que se volvería loco. Cuando salió de la depresión, se dio cuenta de que al superar esa tragedia podía superar cualquier cosa.

A los 17 años, el músico empezó a grabar sus primeras canciones al estilo del soul, jazz y R&B. Ahora muchos consideran a Ray Charles una leyenda, sus obras incluso están incluidas en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos. En 2006, después de la muerte del músico, la revista Rolling Stone incluyó a Ray Charles en la lista de los 100 artistas más grandes de todos los tiempos ocupando el número 10.

Franklin D. Roosevelt

A los 39 años de edad se enfermó de poliomielitis. El tratamiento que duró muchos años, no le ayudó, y el futuro presidente quedó en silla de ruedas. Después de que se diera cuenta de lo serio que era su padecimiento, nadie jamás escuchó ninguna queja de su parte. Tras reunir toda su fuerza de voluntad, Roosevelt intentaba aprender a caminar, usando muletas y aparatos ortopédicos, pero sin resultado alguno. A pesar de su enfermedad, llegó a ser presidente de Estados Unidos. «El único límite para nuestros logros de mañana está en nuestras dudas de hoy», decía Roosevelt.

Helen Adams Keller

Al cumplir 1 año y 7 meses Helen Keller sufrió una enfermedad grave, y por ello perdió la visión y la audición. Sin embargo, esto no quebrantó su espíritu, supo realizar su sueño y convertirse en escritora; bajo su nombre se publicaron algunos libros y más de 400 artículos. Se convirtió en la primera persona sordociega en obtener un título universitario. Además, Keller participó activamente en la política, luchó por los derechos de las mujeres y los obreros.

Helen Keller logró tener éxito gracias a su personalidad fuerte y a su curiosidad. Solía decir: «Cuando una puerta de felicidad se cierra, se abre otra; pero a menudo no la vemos porque seguimos mirando la puerta cerrada».

Miguel de Cervantes


Miguel de Cervantes Saavedra en su juventud fue militar. A los 24 años, en la batalla de Lepanto, perdió su brazo izquierdo. Cuatro años después, fue capturado en Argelia y pasó cinco años en prisión lejos de su país natal. Solo después de que lo liberaran, pudo regresar a la vida normal y empezar su actividad literaria. Su novela «El Quijote» se considera una de las obras más grandes de la literatura mundial.

Ludwig van Beethoven

A los 26 años Ludwig empezó a perder la audición. Sin embargo, esto no le impidió componer música. Cuando casi dejó de oír, escribió «Claro de Luna», y siendo totalmente sordo, «Para Elisa» (aquella que suena en cajas musicales).

Gracias a su personalidad fuerte y a su gran talento, aprendió a escuchar la música en su interior, y luego de componer la sinfonía número 9, dirigió un concierto. Después del triunfo, lloró. «Para una persona con talento y pasión por su trabajo, no existe ninguna barrera», repetía Beethoven.

Albert Einstein

Cuando Albert Einstein era pequeño, resultaba difícil suponer que lograría tener éxito en su vida. Hasta los 3 años de edad Albert no sabía hablar, padecía de autismo y dislexia. En muchas ocasiones faltaba a clases, por lo cual jamás recibió su certificado de graduado. Para demostrarles a sus padres que no era tonto, Einstein se preparó por su cuenta y en un segundo intento logró ingresar al Instituto Politécnico de Zurich.

Albert solía decir: «Todos somos genios. Pero si juzgas a un pez por su habilidad de trepar árboles, vivirá toda su vida pensando que es un inútil».

Toma nota de estas 8 reglas para enfrentar a una persona manipuladora

Los manipuladores tienen la habilidad de sembrar en nosotros el sentimiento de culpa, nos chantajean y mienten de forma descarada. Hacemos lo que ellos desean u ordenan aún si para eso debemos ir más allá de lo que nos es confortable, como si nuestra voluntad no existiera. En algunas ocasiones este juego puede durar años, envenenando la vida de quien es manipulado.

Para defenderte de este tipo de personas, Sonrie Para Vivir Mejor quiere compartir contigo algunas «leyes de seguridad» que fueron diseñadas por el experto en estrategias de comunicación y couch Preston Ni:

Recuerda tus derechos inalienables

  • Tienes derecho a ser respetado por otras personas.
  • Tienes derecho a expresar tus emociones, opiniones y deseos.
  • Tienes derecho a establecer tus prioridades.
  • Tienes derecho a decir «no» sin sentirte culpable.
  • Tienes derecho a recibir eso, por lo que has pagado.
  • Tienes derecho a expresar tus puntos de vista aunque sean diferentes de aquellos de los demás.
  • Tienes derecho a protegerte de amenazas físicas, morales y emocionales.
  • Tienes derecho a construir tu vida de acuerdo a tu propio concepto de felicidad.

Esas son los límites de tu espacio personal. Por supuesto, los manipuladores son tremendos infractores de nuestros límites, que no respetan y no reconocen nuestros derechos. Pero sólo nosotros mismos, y nadie más somos responsables por nuestras propias vidas.

Guarda la distancia

Durante la comunicación un manipulador cambiará constantemente su máscara: con una persona puede ser extremadamente educado mientras que con otro puede reaccionar con gran violencia y rudeza. En una situación se hará pasar por alguien indefenso mientras que en el otro dejará ver su lado agresivo. Si has notado que el carácter de alguien tiende a reflejar este tipo de extremos lo mejor que puedes hacer es guardar una distancia prudente de esa persona y no relacionarte con él o ella a menos que sea absolutamente necesario.

Lo más común es que las razones de un comportamiento así sean complejas y tengan sus raíces en la infancia. Corregir, educar o salvar al manipulador no es problema tuyo.

No te lo tomes a pecho

La tarea de un manipulador es jugar con tus debilidades. No es sorprendente que en presencia de alguien así empieces a sentir tu «incapacidad» e incluso intentes culparte por no obedecer las ordenes de esa persona. Identifica esas emociones y recuerda que el problema no está en tí. Están tratando de manipularte para hacer que sientas que no eres suficientemente bueno y por eso deberías estar dispuesto a subordinarte a la voluntad de alguien más, incluso renunciando así a tus propios derechos. Analiza tu relación con un manipulador respondiendo mentalmente las siguientes preguntas:

  • ¿Esta persona me demuestra un verdadero respeto?
  • ¿Qué tan bien fundamentadas están sus expectativas y peticiones?
  • ¿Qué tan equilibrada es la relación? ¿Quizá sea uno de los dos quien se esfuerza mientras el otro sólo recibe los beneficios?
  • ¿Me impide esta relación tener un buen trato conmigo mismo?

Las resputas a estas preguntas te ayudarán a entender de quién es el problema, si está en tí o en la otra persona.

Formúlale preguntas de prueba

Los manipuladores siempre intentarán abrumarte con sus solicitudes o peticiones, haciendo que te olvides de tí mismo y pases de plano a sus necesidades. Si el manipulador intenta ofenderte o refutar tus artumentos, cambia el foco de atención: de tí mismo a tu interlocutor. Formúlale algunas preguntas de prueba y te quedará más claro si esa persona tiene al menos algo de autocrítica y/o vergüenza.

  • «¿Te parece que lo que me pides es algo justo?»
  • «¿Te parece que esto es justo conmigo?»
  • «¿Puedo tener mi propia opinion al respecto?»
  • «¿Me lo estás preguntando o lo afirmas?»
  • «¿Qué recibo yo a cambio?»
  • «¿Realmente crees que yo …..( reformula la petición del manipulador)..?»

Hacer estas preguntas es como ponerle frente a sí un espejo, donde esa persona verá el «reflejo», la verdadera naturaleza de su petición.

Aún así, existe un tipo singular de personajes que ni se tomarán la molestia de escucharte e insistirán constantemente a su favor. En ese caso usa los siguientes consejos:

¡No te apresures!

Otra de las estrategias preferidas de un manipulador es forzarte a responder o actuar de inmediato. En una situación en la que el tiempo parece apremiar le es más fácil manipularte para conseguir lo que desea (en terminos de ventas, eso se llama «cerrar el trato»).

Si sientes que te están presionando no te apresures a tomar una decisión. Usa el factor tiempo a tu favor, quítale la posibilidad de coaccionar tu voluntad. Mantendrás el control de la situación con tan sólo decir «lo pensaré». ¡Son palabras muy efectivas! Tómate una pausa para analizar los pro y contra: determina si quieres seguir discutiendo al respecto o preferirías dar un «no» definitivo.

Aprende a decir «no»

El saber decir «no» es la parte más importante en el arte de la comunicación. Una negación clara te permite mantenerte inamovible en tu posición y mantener una buena relación con tu interlocutor (si las intenciones de este son sanas).

Recuerda que tienes todo el derecho a establecer tus prioridades, tienes derecho a decir «no» sin sentir por ello ningún tipo de culpa. Tienes derecho a elegir tu propio camino hacia la felicidad.

Cuéntale acerca de las consecuencias

En respuesta a una intromisión grosera en tu espacio personal y la negativa a aceptar tu «no», cuéntale al manipulador acerca de las consecuencias de sus acciones.
La capacidad de pronosticar y exponer convincentemente los posibles resultados es uno de los métodos más efectivos de truncar el juego del manipulador. Lo pondrá en un callejón sin salida, lo obligará a cambiar su actitud hacia tí o bien hara completamente evidente su plan, invalidándolo.

Defíendete de las burlas y ofensas

En ocasiones los manipuladores llegan a ofender o burlarse directamente, intentando asustar a sus víctimas o causarles algún tipo de sufrimiento. Lo más importante es recordar es que personas así se aferran de lo que creen que es una debilidad. Mientras seas pasivo y obediente serás serás un blanco fácil ante sus ojos. Lo curioso del asunto es que en la mayor parte de los casos, este tipo de personas son en realidad cobardes: tan pronto la víctima empieza a demostrar carácter y a defender sus derechos el manipulador se retira. Esta ley funciona en cualquier clase de sociedad ya sea la escuela, la familia o incluso el trabajo. Recuerda que no vale la pena entablar una pelea, basta con guardar la calma y dejar en claro tu posición.

Tal y como lo demuestran las investigaciones, muchos abusivos han sido, o son ellos mismos víctimas de abusos. Está claro que esta condición no justifica en ningún caso su comportamiento pero es importante recordarlo para responder a sus acciones con sangre fría y sin remordimiento alguno.