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¡Diez alimentos para potenciar tu inteligencia y vitalidad!

Una alimentación sana no solo repercute de forma positiva en nuestro aspecto, también mejora nuestras capacidades congnitivas. Queremos compartir contigo los alimentos que te ayudarán a fortalecer el cerebro y evitar las consecuencias de su envejecimiento, ¡para una neuronas fuertes y siempre jóvenes!

1. Yogur

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El yogur no sólo ayuda a regenerar la flora intestinal, algunos estudios apuntan a que también es capaz de mejorar el estado de ánimo, ya que las bacterias intestinales están implicadas en la salud mental y el desarrollo del cerebro.

Expertos recomiendan ingerir un yogur desnatado al día.

2. Arándanos

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Un estudio afirma que los arándanos fortalecen la memoria a largo plazo. Son una importante fuente de antioxidantes que combaten el estrés oxidativo y, además, poseen potasio, necesario para la generación del impulso nervioso.

Si no los consigues frescos, pregunta en las tiendas por los deshidratados.

3. Nueces y almendras

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Son los frutos secos más eficaces para el rendimiento intelectual por su alto contenido de fósforo y, además, estudios afirman que mejoran la memoria.

Ingiere 3 nueces u 8 almendras por día y, si las consumes con té verde, alimentarás a tu cerebro por partida doble.

4. Coliflor y brócoli

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Estos vegetales aportan un potente antioxidante y anticancerígeno que se destaca por sus propiedades neuroprotectoras. La rúcula, el nabo y las coles de Bruselas, también poseen estas propiedades.

Ten presente que este antioxidante se forma al cocinar estos alimentos, por lo que es importante su correcta cocción.

5. Huevo

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El huevo mejora la capacidad de atención y la memoria a largo plazo, gracias a sus vitaminas y aminoácidos que son protectores del sistema nervioso.

Si eres una persona sana, puedes consumir hasta 4 huevos a la semana.

6. Pescado azul

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Los ácidos grasos del atún, salmón o caballa, protegen de enfermedades neurodegenerativas como el Alzhéimer. También se ha comprobado que son eficaces para retrasar el deterioro cognitivo.

7. Café

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Una taza de café es mucho más que un estimulante, es todo un neuroprotector que potencia la memoria a largo plazo. El café posee agentes antioxidantes y eleva los niveles de atención y concentración durante una media hora después de su ingesta.

Ya sabes, tómalo media hora antes de hacer algo importante, evitando los excesos.

8. Soja

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Su consumo regular ayuda a prevenir la arteriosclerosis, perjudicial tanto para la salud del corazón como para la del cerebro. Además, retrasa el declive cognitivo asociado a la edad.

Disfruta de ella en todas sus variedades como la leche, el tofu, brotes y los granos.

9. Chocolate negro

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El cacao es otro antioxidante que mejora la memoria, ya que se cree que aumenta el flujo sanguíneo hacia el cerebro.

Un dato importante es que pierde esta propiedad cuando se combina con leche. Así que disfrútalo al 70% de cacao como mínimo.

10. Té verde

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El té verde es más recomendable que el café para el cuidado cerebral. Expertos afirman que, a diferencia del café, los antioxidantes del té se mantienen activos en el organismo hasta 3 días.

Toma tres tazas de té durante el día, mejor si lo haces fuera de las comidas.

Estas son las cosas que suceden si decides dejar de consumir azúcar

Hace exactamente dos años hice un desafío donde me comprometí a dejar de comer azúcar o productos azucarados durante 30 días. El contexto era este: no había día donde no comiera helado o chocolate o al menos una golosina y bebiera mucho café. Hacía ejercicio casi todos los días, sin embargo había subido casi 5 kilos en algunos meses y aunque dormía 8 o 9 horas cada noche (e incluso más los fines de semana) no me podía levantar por las mañanas.

Al final de los 30 días tenía mucha más energía, y aunque después de eso volví a comer azúcar, decidí limitarlo a una vez por semana. Con la cafeína hice lo mismo, trato de no tomar más de una taza de 300 ml por semana y sólo bebo si es que realmente tengo mucho sueño y necesito estar despierta ☕️.

Hay cosas sorprendentes que pueden pasar si dejas de consumir tanta  azúcar y estas son algunas de ellas 🍪.

1. Perdí peso

Comer menos azúcar no sólo redujo la cantidad de calorías que estaba comiendo a un nivel más adecuado, también hizo que escogiera alimentos más altos en proteína que me saciaban más y por más tiempo.

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2. Empecé a tener mucha más energía

Al fin 8 o 9 horas de dormir eran suficientes. Empecé a levantarme descansada, sin sueño y a no necesitar beber tanto café. De hecho, opté por finalmente dejar ir el café porque noté que cada vez que bebía una taza sentía la necesidad de comer alimentos azucarados.

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3. Mi estado de ánimo mejoró drásticamente

Al estar más descansada empecé a tener menos días ‘malos’. También mejoró mi tolerancia ante las dificultades o ante situaciones que requirieran pensar o decidir de forma rápida. Todo eso hizo que me sintiera y me mostrara mucho más feliz que de costumbre.

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4. Dejé de tener tantos antojos

El azúcar genera adicción y aunque los primeros días sin consumirla fueron terribles, con el paso de las semanas empecé a sentir que no necesitaba comerlo a todas horas y cada día de mi vida. Dejé de tener antojos de comer chocolates o golosinas.

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5. Pude pensar de forma más clara

Como estaba más descansada y de mejor humor me fue mucho más sencillo pensar de forma clara y tomar decisiones. ¿Quién hubiese pensado que esto era posible?

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6. Ahorré dinero

Porque no me lo gastaba todo en muffins y lattes.

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7. Me sentía menos nerviosa y ansiosa

El café es genial cuando quieres despertar, pero si ya estás muy nervioso o ansioso lo más probable es que te deje en peores condiciones. Reemplazar el café por té o aguas herbales fue de gran ayuda para controlar mis nervios.

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8. Todo lo que comía cambió

Como ya no sentía hambre o antojos todo el día fui capaz de tomar decisiones más inteligentes sobre qué cosas comer y a qué horas. Mi simple ensalada y gran postre fue reemplazada por un almuerzo con más arroz integral, más legumbres, un poco menos de verduras y frutas de postre. Aumente la ingesta de carbohidratos integrales y disminuí los azúcares.

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Dejar el azúcar no es para todos, especialmente si estás acostumbrado a consumirla, pero realmente vale la pena intentarlo, incluso si es sólo por algunos días y sólo para ver cómo te sientes.

¿Te animas?